PURIFICADORAESUAGUA es el nombre de la purificadora de agua en la que se materializa la teoría y práctica de estudiantes de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, en una empresa que reúne calidad y bajos costos del producto en beneficio de la comunidad universitaria y, en el corto y mediano plazo, de la sociedad poblana.

Al inaugurar el edificio remodelado que alberga a esta empresa universitaria, el Rector Enrique Agüera Ibáñez elogió este logro: “en poco tiempo han conseguido consolidar esta purificadora, que es un gran logro, porque permite desarrollar al mismo tiempo investigación y gestión administrativa por parte de la facultad y los estudiantes”.

Además, resaltó: “Esuagua es una muestra de lo que en la BUAP somos capaces de hacer: transformar los conocimientos en procesos productivos”.

Un proyecto hecho realidad : Como proyecto ejecutivo, Esuagua inició en 2010 como una iniciativa para aplicar los conocimientos adquiridos en el aula y, desde la formación académica, empezar a adquirir experiencia profesional en el área. Hoy, con una empresa que camina, el reto es lograr la certificación ISO 9001, e incrementar la producción para abastecer a un mayor número de personas, sin descuidar los controles de calidad que hoy hacen de Esuagua un producto confiable.

Al respecto, el gerente de planta procesadora de agua, Vladimir Escalante Pozos, egresado de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, señaló que el objetivo que se persigue con esta empresa “es incidir en la sociedad al brindar un producto de calidad a bajo costo, así como generar ahorros a estudiantes, trabajadores, facultades y escuelas de la BUAP”.

Con una planta instalada que cuenta con tecnología a la altura de las grandes empresas purificadoras de agua –membranas de ósmosis inversa, con iones de plata, lámparas de luz ultravioleta, generadores de ozono-, Esuagua tiene capacidad para producir 20 mil litros de agua cada día, lo que hoy le permite abastecer a todas las oficinas y unidades académicas de Ciudad Universitaria (espacio que alberga a casi el 50 por ciento de la población estudiantil y de los edificios de la BUAP), parte del área Centro, Medicina, Estomatología y el Complejo Cultural Universitario.

El nuevo edificio: Si bien como proyecto nació en el 2010, Esuagua hoy dispone de un espacio adecuado para su funcionamiento, inaugurado por el Rector Enrique Agüera Ibáñez durante el Segundo Maratón de Obras de este año, el pasado 19 de septiembre.

A un lado de la Gasolinera de la BUAP, en CU, el edificio remodelado consta de dos niveles. En la planta baja se encuentra instalada la procesadora de agua y una bodega. Mientras que en la planta alta, una sala de espera, oficinas y una sala de capacitación. En el exterior, un espacio destinado a estacionamiento. En conjunto, representa un área de 272 metros cuadrados intervenidos, cuya inversión fue de 700 mil pesos.

En Esuagua están integrados seis estudiantes becarios de la Facultad de Ingeniería Química, que cursan ingenierías en las áreas de alimentos y ambiental, y uno de Arquitectura, y dispone de dos camiones repartidores para abastecer a su población de usuarios.

Controles de calidad: Para el gerente de Esuagua, Vladimir Escalante, un reto es preservar la calidad del producto. Para ello, dijo, el personal que labora en la purificadora está capacitado en las normas de Salubridad, como las normas mexicanas 201 y 251, así como en prácticas de manufacturas, pureza e inocuidad del agua, y en control de puntos críticos, como presión en una bomba.

Para garantizar la calidad del agua, Esuagua lleva a cabo un monitoreo permanente, con análisis microbiológicos mensuales que se encargan a un laboratorio externo, para tener la certeza de que no existen patógenos que afecten la salud del ser humano. Así también, análisis físico químico cada seis meses, como una radiografía del líquido que entre otras cosas permite tener un control de sales y dureza del agua.

Por su parte, el equipo de becarios realiza un monitoreo de pruebas rápidas cada día, para analizar cuatro parámetros: Ph, cloro, total de sólidos disueltos y dureza. Todo ello con la finalidad de que el producto embasado sea de calidad y llegue en estas condiciones al usuario.