El sexo de un ser humano lo determina el padre en el momento de la concepción, aseguró el doctor Horacio Merchant Larios, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, durante la conferencia “Determinación sexual en Vertebrados”, que impartió con motivo de los festejos del XXV aniversario de la Escuela de Biología de la BUAP.

El doctor en Biología Celular y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) nivel III, explicó que el hombre produce dos tipos de espermatozoides: X o Y, mientras que la mujer sólo un tipo de ovocito: X, por lo que dependiendo del espermatozoide se forma un XY que es un niño, o XX que es una niña.

A través de imágenes, que permitían una mayor comprensión de la investigación que desde el siglo pasado realizan especialistas para conocer qué determina el sexo del ser humano y animales vertebrados, comentó el proceso que se desarrolla desde la fertilización del ovocito, (gametocito hembra o célula germinal que participa en la reproducción), el desarrollo del embrión, hasta llegar al nacimiento.

Durante este proceso, dijo, “van ocurriendo eventos fisiológicos, celulares y moleculares, que llevan al establecimiento de dos tipos de individuos: machos y hembras, lo que permite asegurar la supervivencia de la especie”.

La determinación del sexo en los vertebrados es muy variable, sin embargo en el fondo todos tienen órganos denominados gónadas, que durante el desarrollo del proceso en las hembras se transforman en ovarios que es donde se forman los ovocitos, mientras que en los machos se convierten en testículos donde se reproducen los espermatozoides

“Atrás de esto, hay una serie de mecanismos moleculares. En el desarrollo embrionario se van expresando genes que conocemos como factores de transcripción, que son los que se encargan de controlar a las células”, que se organizan de diferente manera y formar estructuras: primero es una gónada indiferenciada, después en un proceso de diferenciación, se transforma en un ovario o un testículo”, detalló.

Merchant Larios consideró que profundizar en estos estudios permite terminar con mitos como el responsabilizar a la mujer de no dar hijos varones, cuando el hombre es el que determina, en el momento de la concepción, el sexo del ser humano.

Por otra parte el aclarar que el homosexualismo no se da en el momento de la concepción, porque la diferenciación primero es morfológica, después fisiológica, posteriormente se da la endócrina, para finalmente presentarse la diferenciación psicológica. Esto es un proceso que va en serie y cuando se presenta es que falla la última etapa, que depende del entorno social y no de los genes.

Estas investigaciones también permiten avanzar en el origen de enfermedades como el cáncer que se presenta cuando hay mutación en los genes.