Dialoga el Doctor Martín Hernández Luna con estudiantes y docentes de la Facultad de Ingeniería Quìmica

Invitado al Seminario de Investigación y Cultura 2012 “Oscar Sánchez Daza”, el doctor en química, Martín Hernández Luna, profesor investigador de la UNAM, presentó avances del proyecto de investigación a través del cual propone dar inicio a la petroquímica de carbono 5, que no existe en México ni en el mundo.

En la Facultad de Ciencias Químicas (FIQ) de la BUAP, el doctor Hernández Luna comentó el trabajo que realiza desde hace tres años para desarrollar procesos industriales que den valor agregado a los pentanos, transformándolos en  productos útiles como saborizantes, perfumes y  lubricantes.

Explicó a estudiantes y docentes los procesos industriales de transformación química que realiza en su laboratorio de investigación, en la Facultad de Química de la UNAM, y a través de un diagrama de flujo de procesos acoplados, detalló cómo se realiza la reacción de dimerización y separar pentanos y pentenos. 

“Es a través de este estudio como se verá el beneficio de transformar la materia a nivel molecular, partiendo de una materia prima barata, para llegar a un producto muy caro y, eso solamente se logra investigando en el laboratorio”; para hacerlo se requiere de financiamiento no sólo del sector publico sino también de las empresas.  

Durante su exposición, el también Doctor en ingeniería, señaló que el proyecto se desarrolló con apoyo financiero del Grupo Petroquímico Beta, que está construyendo la planta piloto donde continuarán las investigaciones y podrán probar los reactores que se diseñaron para este proceso. 

Ante preguntas de los estudiantes sobre las condiciones que tiene la petroquímica en México, el galardonado con el Premio Nacional de Química “Andrés Manuel del Río”,  recordó que en los años 80, México contaba con 7 refinerías, (hoy sólo tiene una), además de que era el principal productor de amoniaco.

Consideró que no se pueden seguir firmando tratados de libre comercio que sólo llevan al país a la desindustrialización. Casi cuarenta años después se empieza a construir una nueva refinería, cuando tienen que construirse más porque eso permitirá también reactivar la economía, ya que por cada refinería se requieren de 100 empresas que suministren insumos.