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La química de la atracción entre las personas, es percibida ni más ni menos que a través del olfato, ya que los seres humanos, así como diferentes especies animales, secretan sustancias que son distinguidas por un segundo individuo, produciendo así la atracción, explicó Rafael Torres Montiel, estudiante del doctorado en Ciencias Fisiológicas del Instituto de Fisiología de la BUAP.
Estas sustancias son las llamadas feromonas, que son secretadas en la orina, saliva, sudor y heces por una amplia variedad de especies como mamíferos, insectos, peces y aves.
Ante estudiantes de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, expuso que el sistema olfativo contiene los principales receptores para feromonas en mamíferos, información que es descifrada por el cerebro.
Dijo que existen tres sistemas quimiosensoriales que responden a los factores externos para distinguir los olores agradables y desagradables: “el vomeronasal es capaz de diferenciar a las feromonas; el olfativo capta los olores dulces, frescos y agradables; mientras que el trigeminal detecta los hedores irritantes, actuando como una especie de alarma”.
Indicó que se han realizado estudios de feromonas en humanos, tal es el caso de su influencia en la sincronización del ciclo menstrual en las féminas y también tienen efecto en la apariencia de hombres de negocio que parecen dominantes.
Así como en la interacción hombre-mujer y viceversa que afecta directamente su conducta social, “las mujeres que tienen interacción en casa con un figura paterna y hermanos en mayor medida, llegan a la pubertad a una edad temprana, en comparación con aquellas que viven sólo con sus madres”.
Además influencian en la percepción estética y afectiva de los hombres hacia las mujeres. Se debe a las variantes de feromonas: androstenol y androstenona, “el primero tiene que ver con la atracción, actitud amistosa y un buen estado emocional; en cambio la segunda sustancia genera menos atracción, irritabilidad y ansiedad”.
Torres Montiel concluyó que adicionalmente el ser humano integra una serie de información adicional a la “química” para elegir a su pareja, es por eso que va más allá de la atracción química, el contacto visual, la percepción de inteligencia de la otra persona, entre otros factores que permiten establecer una relación amorosa.
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