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A pesar de que el 14 de febrero la mayoría de los jóvenes festejan el Día del Amor y la Amistad, en contraparte surge el hecho de que cada vez un mayor número de ellos, cuyas edades van de los 15 a los 24 años (en su mayoría mujeres), son víctimas de las llamadas relaciones abusivas.
De acuerdo con indicadores del INEGI (Instituto Nacional de Geografía y Estadística), en la Encuesta Nacional de Dinámicas al Interior de los Hogares (ENDIREH), en México dos de cada tres mujeres son agredidas física, emocional y/o psicológicamente en el transcurso de una relación estable de noviazgo, matrimonio o unión libre.
Por otra parte la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo realizada en 2007, por el INEGI, a petición del Instituto Mexicano de la Juventud, 75 por ciento de jóvenes ha vivido algún tipo de violencia en sus relaciones de noviazgo; cabe señalar que se encuestaron a 7 millones 278 mil 236 individuos de comunidades rurales y urbanas, de entre 15 y 24 años.
Especialista de la BUAP observa este fenómeno social y sus causas: La agresión durante el noviazgo ha sido observado por varios investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal es el caso de la doctora Carmen Lara Muñoz, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina, quien ha desarrollado y publicado estudios sobre violencia en mujeres y jóvenes y analiza este fenómeno identificado por los estudiosos como relaciones abusivas.
De acuerdo con la también especialista en psiquiatría, el clima de valores en que la sociedad actual está inmersa contribuye a que se registre un elevado índice de relaciones abusivas, también conocidas como relaciones peligrosas y sus lamentables consecuencias, a pesar de la existencia de información y métodos de prevención.
“La desintegración familiar, la falta de conversación y un clima predominante de permisividad entre los jóvenes en general, que no tiene límites, se presenta en actitudes como el consumo de alcohol o drogas y a su vez en diversas situaciones como embarazos no deseados, contagio de enfermedades de transmisión sexual o accidentes, por mencionar sólo algunos”.
Otro de los factores que provocan este comportamiento es la equivocada búsqueda de una mayor igualdad con los hombres, lo que implica que a las mujeres se les trate de forma brusca, hecho que se suma a la violencia en general y hace que resulte sencillo minimizar ciertas conductas agresivas y aceptarlas.
Lara Muñoz abundó que las chicas inmersas en relaciones abusivas generalmente sufren de depresión crónica, que presenta como síntoma principal una baja autoestima, lo que incrementa las posibilidades de que se involucren en este tipo de relaciones.
Al tiempo de asegurar que tanto agredir como permitir la agresión es una actitud patológica, la psiquiatra destacó la necesidad de que los jóvenes estén conscientes de ello, además de que dicha agresión se presenta también por parte de las mujeres a través de manipulaciones o chantajes.
No confundir sentimientos ni acumular falsas expectativas: De acuerdo con la especialista es importante que los jóvenes distingan el amor y el enamoramiento como dos procesos totalmente diferentes, pues mientras el enamoramiento es biológico, hormonal, muy breve e incluso superficial con una duración aproximada de cuatro años, el amor se presenta como un acto de voluntad y compromiso.
Asimismo insistió en la necesidad de que se entienda que los jóvenes que tienden a ser violentos no cambian con el tiempo:
“Uno de los datos que nos impresionó de la investigación fue que muchos de los casos de violencia que se revisaron habían empezado desde el noviazgo; es inconcebible que aun así se casen, en situaciones de maltrato, pensando que van a cambiar, sin embargo el problema es que continua e incluso puede aumentar”, subrayó.
Enfocarse en la salud, la solución a estos conflictos: La investigadora insistió en que es indispensable que las jóvenes inmersas en este tipo de relaciones entiendan que no se debe aceptar ningún tipo de violencia, bajo ninguna circunstancia y que son ellas quienes deben actuar y pedir ayuda.
“Ningún tipo de violencia es aceptable dentro de una relación, los golpecitos, empujoncitos, ofensas, nada de eso es aceptable, me ha tocado ver alumnas con los brazos llenos de moretones, cuando les pregunté qué les había pasado me dicen -es que estaba jugando con mi novio- por supuesto que eso es inaceptable, ni en juego”.
Señaló la importancia de promover entre los jóvenes un estilo de vida saludable en general, principalmente no abusar del alcohol pues es la causa de que se presenten conductas de riesgo como embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual o accidentes automovilísticos.
Finalmente ofreció el apoyo profesional a los jóvenes que sufren este tipo de relaciones destructivas que afectan su crecimiento personal, profesional y familiar, quienes pueden acudir al Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la BUAP.
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