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El proyecto realizado por Donato Jorge Cadena Sánchez, Ingeniero en Alimentos y Maestro en Ciencia y Tecnología de Alimentos por la Universidad de Horticultura de Budapest, Hungría , se presentará en el Segundo Encuentro Agroindustrial que organiza la Unidad Regional de Acatzingo y diferentes instituciones educativas de la zona, la propuesta tiene como finalidad Impedir la quiebra de los agricultores y su consecuente emigración, ya que tendrán un comprador seguro, cerca de los sitios de cosecha
Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la producción de hortalizas, generada fundamentalmente en su región central. De los 20 tipos de productos que el país exporta como consumibles frescos, la entidad genera más de 12, en este sentido la región de Acatzingo tiene una alta producción de col, coliflor, zanahoria, chile, calabaza, cebolla y cebollín.
Para que las verduras y tubérculos que se producen en exceso no sean triturados o sirvan de forraje para el ganado (situación que provoca que muchos productores quiebren y emigren), el Colegio de Ingeniería Agroindustrial de la Unidad Regional de Acatzingo de la BUAP propone el establecimiento de una planta procesadora de vegetales, raíces y tubérculos.
“La idea es hacer la procesadora y aprovechar al cien por ciento los productos que se desperdician, además de formar cooperativas agrícolas para que éstos sean procesados industrialmente y comercializados”, destacó el maestro Jorge Cadena Sánchez, profesor investigador del campus regional y director general del proyecto.
Indicó que existen en la entidad personas físicas, asociaciones y cooperativas agroindustriales cuyo problema general es similar: la falta de mercado y una cultura de consumo de productos en conserva. Por otro lado los procesos de transformación no están certificados y no se generan condiciones para participar en el mercado global.
Por tal motivo se busca conjuntar esfuerzos de todos los involucrados en el ramo, para generar productos certificados que sean capaces de introducirse al mercado de exportación.La problemática: Uno de los principales ejes de la economía en el estado es la producción de hortalizas y frutas. Municipios del centro-sur de la entidad cuentan con pozos profundos de agua utilizados para riego del cultivo de vegetales, por lo cual los terrenos se siembran durante todo el año. Sin embargo la productividad es incierta debido a los precios que maneja el mercado.
Cuando el precio les favorece intentan estar presentes en el mercado, pero cuando el costo del producto es muy bajo los productores optan por dejarlo en los terrenos de cultivo y triturarlos para abono. Una opción más arriesgada es invertir en la recolección y transporte a los mercados más cercanos de Huixcolotla y Tepeaca, donde al no tener valor son tirados como desperdicio.
Lo mismo sucede con los productos que son transportados a la central de abastos de la ciudad de México, porque es más económico tirarlos que regresarlos y en el camino sufren descomposición química.
De no considerar esta problemática de mercado que obstruye la productividad, el país seguirá aumentando la dependencia alimentaria que ya existe en los granos para la alimentación básica, lamentó el académico.
Impacto económico y social: Debido a que en Puebla existe un alto porcentaje de productores que se dedican a la siembra de vegetales y tubérculos, la planta procesadora de vegetales, raíces y tubérculos beneficiaría principalmente a los distritos de Acatzingo, Chalchicomula de Sesma, Tehuacán, Tecamachalco y Tepeaca, así como a 60 municipios aledaños.
Con la puesta en marcha de esta planta procesadora se verán favorecidos los productores del sector primario, ya que los agricultores tendrán un comprador seguro, cerca de los sitios donde se recolectan sus cosechas.
Cadena Sánchez señaló que una vez establecida la planta “la idea es hacer combinaciones de hortalizas para aplicar la metodología actual, pero sobe todo establecer productos que sean consumibles y que tengan demanda en el mercado internacional”.
Además de asegurar la inversión efectuada en la producción de sus parcelas, tendrán la oportunidad de seguir produciendo y mejorando la calidad de los mismos con la exigencia del mercado mundial en la utilización de abonos orgánicos, parámetro fundamental en las naciones desarrolladas.
Enfatizó que igualmente se llevarían a cabo capacitaciones sobre el tipo de hortalizas cíclicas a cosechar para su procesamiento, control de agua y otras opciones de producción. “Nosotros haríamos los ciclos de producción donde se explicarían las fechas en las que se necesitan determinados productos”.
“De esa manera se evitarían gastos de agua, la migración de la gente y sobre todo se fomentaría la formación de más cooperativas que den paso a la productividad que requiere el país”, agregó.
Si se lograra implementar este proyecto a largo plazo, se producirían consumibles con la alta calidad que requiere, por ejemplo, el mercado europeo: ser productos orgánicos.
Por otra parte el investigador mencionó que para superar la improductividad que existe en el país, es necesario que se formen alianzas, entre asociaciones civiles, cooperativas agroindustriales, instituciones educativas y de gobierno, ya que el principal problema del mexicano es no saber trabajar en equipo.
Lo que se espera es que todas las instituciones participen para que el proyecto sea repetitivo, es decir, se logre instalar en otras zonas donde exista una problemática similar, puntualizó el maestro Cadena Sánchez.
El proyecto de la planta procesadora de vegetales, raíces y tubérculos se dará a conocer a detalle entre el 24 y 26 de abril, durante el Segundo Encuentro Agroindustrial que organiza este campus y los institutos tecnológicos de Ciudad Serdán y Tepeaca, así como las universidades tecnológicas de Tecamachalco y Tehuacán. Informes en www.buap.mx
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