participa-bibliotecaCon la finalidad de reconstruir las bibliotecas digitales, ya que existe una dispersión de ejemplares que emigraron a otros lugares durante la época colonial y del siglo XIX por el conflicto entre la iglesia y el estado, la Biblioteca Histórica “José María Lafragua” de la BUAP, en colaboración con la Universidad de las Américas Puebla, forma un Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego.

Manuel de Santiag o Hernández, Director de esta institución, indicó que muchas bibliotecas recibieron obras de conventos, lo que ocasionó que muchos ejemplares de una misma colección estuvieran perdidos.

“El Catálogo de Marcas de Fuego permitirá saber que hay libros de un determinado convento, por ejemplo el de San Agustín, en bibliotecas de  Puebla, de la Ciudad de México o en Toluca”.

Ésta es una herramienta que además permitirá saber cuántas marcas existen, cuántos libros fueron marcados y cómo fue realizada la dispersión de las bibliotecas conventuales.

Dijo que una marca de fuego es una señal carbonizada que se coloca en los cantos (extremos o bordes) superior, inferior y frontal de los libros, por medio de un instrumento metálico candente, plasmando figuras o letras.

Informó que el Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego se inició en enero de 2009 para concluir en noviembre de 2010; sus avances ya fueron presentados en el Segundo Encuentro Nacional de Bibliotecas con Fondos Antiguos efectuado en la ciudad de San Luis Potosí.

Señaló que este catálogo puede ser consultado en la página de Internet www.marcasdefuego.buap.mx. Por el momento tiene registradas 187 marcas de las bibliotecas Lafragua y Franciscana, “muestra fotografías, medidas precisas, ubicación e identificación, relacionada con otros elementos de propiedad como anotaciones manuscritas”.

De Santiago Hernández destacó que al proyecto del Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego. se han unido las bibliotecas Lafragua de la BUAP, la Franciscana de la UDLA, la Palafoxiana y la del Convento de Santa Mónica en Puebla; así como la “Eusebio Francisco Kino” de la Compañía de Jesús en la Ciudad de México; del Seminario Guadalupano Josefino de San Luis Potosí; Elías Amador de la División General de Bibliotecas del gobierno del estado de Zacatecas,  y el Archivo Histórico de Tlaxcala, lo que lo convierte en una labor nacional.

“Las demás bibliotecas están en proceso de capacitación para incorporar sus marcas, por lo que se pretende que a mediados de este año se tengan registradas 250 marcas  y llegar a 300 en este 2011; el trabajo continuará  sucesivamente, con la finalidad de localizar colecciones completas de libros”.

De Santiago Hernández finalizó que la  Biblioteca Histórica  “José María Lafragua” es la encargada de impartir la capacitación sobre la aplicación de la metodología para este procedimiento que tiene requerimientos técnicos para las imágenes, cómo tomar una marca,  cómo sujetar un libro, qué elementos se consideran de la marca,  y cuál es el uso de los  instrumentos.