-Es necesario incrementar programas de orientación y salud reproductiva

En Puebla y el país es elevado el índice de morbilidad y mortalidad materna, debido a que va en aumento el número de mujeres que inician su actividad sexual a partir de los 13 o 14 años sin ningún cuidado, expresó Marina López Vázquez, Profesor Adjunto y Ginecóloga del Hospital Universitario de Puebla.

Dijo que estos índices se reflejan en abandono escolar, madres solteras, y enfermedades de transmisión sexual, como la infección del virus del papiloma o el SIDA, situaciones que representan mayores complicaciones debido a la corta edad de quienes la padecen.

Añadió que debido a lo anterior es importante incrementar los programas de orientación y salud reproductiva, en cuanto a anticoncepción y embarazos, así como enfermedades de transmisión sexual; por ello la capacitación y actualización de ginecólogos y médicos generales es un compromiso.

Reconoció que a pesar de que actualmente se cuenta con acceso a todos los servicios y métodos anticonceptivos, los embarazos no deseados entre adolescentes, así como los abortos van en aumento, y se requiere incidir en la educación sexual y en el uso de anticonceptivos.

La Especialista abundó que los anticonceptivos presentan problemas sobre todo por su inadecuado uso y exhortó a los jóvenes evitar adquirirlos en farmacias por recomendación de terceros; “deben ser prescritos por ginecólogos, quienes analizan en la paciente edad, peso y problemas de salud como gastritis crónica, para prescribir un método de planificación”.

Explicó que entre las adolescentes se recomienda el uso del anillo vaginal o parche, métodos prácticos que evitan el olvido pues cumplen un ciclo y tienen menor dosis, además de que usan otras vías, pues la oral puede representar riesgo de embarazo en determinadas situaciones.

López Vázquez agregó que los implantes son muy prácticos en pacientes luego de un parto o cesárea e insistió en que para lograr que un método anticonceptivo funcione, se debe prescribir a la paciente adecuada, pero sobre todo generar una cultura de autocuidado y una mejor educación sexual que se imparta desde los primeros años.