DE LOS PUEBLOS DE LA ANTIGUA AMÉRICA INDÍGENA: NADIA PRÉVOST

Interesado en el estudio de los pueblos indígenas de México y América Central, Brasseur de Bourbourg fue un intelectual impulsor del americanismo científico en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX, que además consiguió ser una voz divergente de los círculos intelectuales franceses de la época.

Bourbourg (1814-1874), quien impulsó el trabajo de campo en lugar de las investigaciones de gabinete que caracterizaron a los especialistas de entonces, y quien realizó siete viajes a América, fue el motor de sociedades francesas con una visión distinta del estudio del americanismo, y cuyo trabajo tenía detrás una ideología y meta política: la emancipación de los pueblos indígenas de América.

Así lo afirmó la Doctora Nadia Prévost Urkidi, historiadora de la Universidad de Toulouse, Francia, y quien participará durante esta semana en un ciclo de conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras sobre la obra de Brasseur de Bourbourg y las sociedades de viajeros franceses.

En una entrevista previa a la impartición de la conferencia El americanismo francés de los viajeros de la segunda mitad del siglo XIX (Vida y obra de Braseeur de Bourbourg), la investigadora se refirió a su entusiasmo por el estudio de los pueblos indígenas de la América antigua, así como de su interés por elaborar la biografía de dicho personaje, para al mismo tiempo, definir y plantear el americanismo científico prevaleciente en Europa durante esa época.

"Elaborar la biografía de Brasseur de Bourbourg fue el hilo que me condujo a un círculo de sabios interesados en el estudio de la América indígena antigua. Gracias a este personaje pude definir toda una red de intelectuales de mediados del siglo XIX, interesados por temas de arqueología, lingüística y etnografía, sobre todo, de México y América central".

Al recordar que la primera estancia de Bourbourg como americanista la hizo en México, y éste que fue apoyado por integrantes de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística a la que ingresó oficialmente en 1851, la investigadora advierte:

"Si bien Alejandro de Humboldt fue un gran viajero de la zona, su idea no fue fundar una disciplina dedicada al estudio de la América indígena antigua, mientras que las sociedades impulsadas por Bourbourg pensaban como institucionalizarla, tal como ya ocurría con el orientalismo, institucionalizado en Francia desde finales del siglo XVIII".

El principal problema al que se enfrentaban esos círculos de intelectuales, prosiguió, era la carencia de documentos y manuscritos sobre América, ya que se trataba de hombres que desarrollaban el estudio de diversas disciplinas desde los gabinetes. Por ello, la importancia de Bourbuorg fue su impulso al trabajo de campo y las visitas a las comunidades indígenas.

"Él luchó para convencer a los sabios parisinos que era posible desarrollar una filología americana, no sólo con la ayuda de los documentos que se tenían en las bibliotecas, sino también de los que existían en los pueblos. Su trabajo fue contestatario a la ciencia oficial, que decía que no era posible", enfatizó.

Una de las obras más reconocidas de Bourbuorg fue la traducción al francés del Popol Vuh en 1861, así como la Gramática Quiché y el rescate de la historia del Rabinal Achi, obra de teatro trasmitida por generaciones que recordaba a ese gobernante maya.

La historia de las naciones civilizadas México y América Central en cuatro volúmenes escritas entre 1857 y 1859, que hacen todo un recorrido de la historia de México, Guatemala y América central, parte de la información recabada por historiadores coloniales, pero aporta documentos indígenas. "Ésta es una de las obras científicas con mayor impacto internacional porque hasta en Nueva York se hacían reseñas de ese trabajo", finalizó.

http://www.comunicacion.buap.mx/bol_sep09/boletin-d-21sep.html - indice