EL PRI NO MIDIÓ LAS CONSECUENCIAS AL APROBAR LA REFORMA ELECTORAL: DIPUTADO FEDERAL AGUILAR GONZÁLEZ
- Martes, 02 Agosto 2011 06:44
Hipólito Contreras
En la nueva Reforma Electoral, que ha sido acordada con todos los partidos políticos, el PRI no ha medido las consecuencias de su entrega permitiendo un patrón legitimatorio, plasmado en las nuevas reglas de juego electoral que pretenden aplicarse, afirmó el diputado federal Oscar Aguilar González.
Indicó que la nueva reforma electoral será la base del nuevo orden político, mediante el cual será posible ejercer de manera previsible un control efectivo sobre el nuevo régimen, presuntamente democrático.
Comentó que esta peculiar manera de gobernar se viene debilitando y, al parecer será eliminada el próximo 2012, lo que implicará un nuevo reacomodo político que los diputados deben considerar y no hacer en mayores responsabilidades.
El próximo año, dijo, habrá un incipiente sistema de partidos, cuya competitividad será enfocada contra el PRI, resulta fundamental no vender el futuro, ni comprometer los mecanismo con los que será posible reconfigurar el poder.
Con el triunfo de la coalición de partidos políticos acabó la oposición en Puebla y con ello el sistema de pesos y contrapesos, se acabaron también los supuestos políticos que hacían suponer la respetabilidad y las causas nobles, señaló el legislador federal.
Comentó que con el cambio de gobierno se pensó en la superación del autoritarismo y la violencia como método contra la gobernabilidad.
Afirmó que vivimos un acelerado proceso regresivo junto con la modificación de la legislación electoral, de libertades y las variables de control político, presentando una complejidad que preocupa a los ciudadanos, porque por un lado se ven las normas, como lo indica la Reforma electoral.
Por otro lado, dijo, se observa el efectivo ejercicio de las acciones policiacas, lo que dificulta la elaboración de consensos y políticas disuasivas, haciendo un gobierno de muchas palabras y muchos toletes.
Naturalmente, señaló, “la eficacia represiva” requiere de reglas que permitan la permanencia en el poder político de un “grupo de notables” que nada tienen que ver con el ejercicio democrático de la gobernabilidad.