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El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) pondrá en marcha 100 “Escuelas de Campo” para la formación de mil 100 productores-promotores, así como la atención de alrededor de tres mil productores de maíz en los estados de Guerrero y Oaxaca. En estas “Escuelas de Campo”, el organismo de la SAGARPA capacitará y transferirá nuevas tecnologías a grupos indígenas, con el apoyo de técnicos, productores y promotores, los técnicos del INIFAP analizan problemas comunes con pequeños productores
de comunidades rurales para buscar soluciones conjuntas, mediante un proceso de información como fuente de toma de decisiones. Esto permite aumentar las capacidades, habilidades y destrezas técnicas de los productores.
En el ciclo agrícola Primavera-Verano 2014, la SAGARPA desarrolla en el estado de Guerrero el Programa de Incentivos a Productores de Maíz y Frijol (PIMAF), el cual basa la capacitación y la asistencia técnica en el modelo de las “Escuelas de Campo”.
Con la aplicación de este modelo también se impulsa la producción agrícola familiar y de autoconsumo, lo que se reflejará en mejores rendimientos y rentabilidad de los cultivos.
El investigador del INIFAP, Mariano Morales Guerra, señaló que el sistema de “Escuelas de Campo” también es aplicable en diferentes tecnologías, como el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), el cual puede aplicarse en pueblos y comunidades rurales indígenas del estado de Oaxaca.
Además puede ser replicable en otros estados del Sur-Sureste de México donde predomina la agricultura de laderas, ya que esta técnica permite incrementar el rendimiento de maíz en 40 por ciento y genera ingresos por la venta de frutales y las prácticas de conservación del suelo y agua, abundó.
Explicó que en las “Escuelas de Campo” se transfiere conocimiento mediante la aplicaciones de técnicas ecológicas para dinamizar la capacitación y hacerlas sustentables, en tres pasos básicos; teoría, práctica y reflexión-acuerdos (etapa de concientización y compromiso en temas ambientales).
El proceso de operación de las Escuelas de Campo se fundamenta en un enfoque de “aprender haciendo”, bajo la supervisión de técnicos especialistas por tema, quienes capacitan a los promotores para que ellos, a su vez, compartan los conocimientos adquiridos con sus compañeros en sus idiomas o dialectos locales, añadió.
En el estado de Oaxaca existen más de 14 etnias asentadas en áreas indígenas donde la transferencia de tecnología enfrenta problemas de idioma, toda vez que la mayoría de los productores se comunican en dialecto; la falta de transferencia del conocimiento en el idioma local, limita el desarrollo de capacidades de los productores indígenas y la producción de alimentos.
El INIFAP ha introducido en las Escuelas de Campo la figura del productor-promotor como agente de cambio local para contribuir a solucionar la baja producción mediante la capacitación en el uso de diferentes tecnologías. Los productores-promotores deben cumplir con un perfil básico y hablar sus idiomas originarios.
Los productores-promotores son capacitados por técnicos especialistas en temas relevantes, a través de sesiones de capacitación que se estructuran según la tecnología adecuada a ser transferida en la comunidad y de acuerdo con el ciclo del cultivo de interés. Las reuniones se realizan mensualmente en sedes estratégicas para facilitar el traslado y asistencia de los productores.
Cabe señalar que el Instituto cuenta con libros y folletos técnicos acerca de la metodología de las “Escuelas de Campo”, los cuales están disponibles en los Campos Experimentales de los Valles Centrales de Oaxaca y el de Iguala, Guerrero.
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