Samuel Maldonado Bautista

Las diferentes manifestaciones de protesta de los derechistas venezolanos, han ocasionado en los últimos meses, según lo indica la prensa en lo general, la caída física de  cerca de sesenta  víctimas, unas de lado de los reaccionarios, contrarios  al gobierno legítimo de Maduro y otros, pertenecientes a las filas contrarias al gobierno legítimamente establecido, que sin duda alguna han sido patrocinadas por la decadente Organización de Estados Americanos (OEA) conducida por Luis Almagro, Secretario General de esta secta internacional, siempre obediente a  los caprichos que le ordene el imperialismo económico, mismo que actualmente lo identificamos con el nombre del bad brother que mal dirige hasta el momento, al todopoderoso país del Norte.

 

Para los mexicanos es muy lamentable que sea nuestro país, quien durante años significó un apoyo real y serio para los pueblos latinoamericanos,  ganándose su aprecio e incluso el cariño de millones de hombres y mujeres y  ¡que lamentable es pues la degradación de la figura presidencial de nuestro país, siempre contrastante tratando de superar las torpezas políticas de Vicente Fox, quien al menos, tenía algo de simpático y bonachón. 

La conducta antiamericana que Almagro Lemes sostiene, no es la de aquel sujeto que protegía a decenas de familias en suelo uruguayo, que provenían de países en conflicto como Siria. No es aquel hombre que impulsaba la libertad de presos que llegaban de Guantánamo, territorio ocupado por los Espantados Unidos y que todos sabemos, pertenece al pueblo de Cuba. Desde luego que todas esas medidas tomadas, considero se debían a las instrucciones que recibía de José Mújica, ese querido viejo canoso que no quiso aceptar un millón de dólares por la compra de su viejo Volkswagen.

 

Apenas llega a la OEA de mandadero, cambia hasta su manera de andar. Conquista el corazón de Peña y lo convence fácilmente para, unidos, joder a Venezuela, país hermano que tiene la desgracia o la fortuna de tener en su subsuelo los más grandes y ricos depósitos de los veneros que el diablo le heredara a México. Será esa la razón para que Lemes le provoque, con la ayuda de nuestros buenos vecinos y con el apoyo de Peña?

¿Será real pues la movilización que un sector de Venezuela mantiene contra sus legítimas autoridades por las penurias que se viven o son los Espantados Unidos, los  que a través de la OEA, vienen manejando como “titiritero” a México y a esta organización americana  que obedece prácticamente a nuestros buenos vecinos?

 

¡Donde hay petróleo, allí esta el Diablo!, por eso en Arabia Saudita, Irak, Kuwait, Emiratos Árabes, Siria, etc., son un un infierno en donde están metidas las manos de los países más poderosos. Desafortunadamente para México, ya los veneros de petróleo pertenecen a compañías extranjeras asociados con mexicanos solamente por nacimiento, porque su corazón está en los dólares.

 

En Venezuela como en México, se ha reproducido la misma historia. En los años treinta del siglo pasado, Venezuela fue el mayor productor de petróleo, solo atrás de los EE.UU. Las compañías extranjeras se adueñaron de los campos, pagaban una miseria a los trabajadores y el resentimiento popular se incrementaba.  Los obreros exigían más salarios y los extranjeros lo negaban, al igual de lo que pasaba en México

 

Ya para los años de 2007, el Presidente Chávez decretó prácticamene la expropiación del petróleo y fue controlado por Petróleos de Venezuela y se recuerda bien, como Venezuela   exportó a China e hizo tratos con Petrobras, ayudó a Cuba, a Ecuador, etc. 

Que curioso es pues, la actitud de las potencias económicas en “joder” ahora a través de la OEA o de la LA DEA, ¡que para el caso es lo mismo!.