Hipólito Contreras

Como se sabe, los gobiernos estatales y  federales duran  seis años, parece un tiempo largo para hacer muchas cosas  para generar desarrollo  y mayor bienestar en la población. Sin embargo, en el caso de Puebla,  ( y en muchos estados del país) he visto pasar  5  administraciones estatales sin  que se vean cambios reales en beneficio de los ciudadanos.

Los gobiernos estatales,  obviamente manejan  presupuestos para aplicarlos en  los  diversos programas y sectores, por ejemplo en el sector agropecuario. El gobierno anterior, el que encabezó Mario Marín  Torres, manejó algo así como  300  mil millones de pesos en los seis años de la administración, ¿ en qué se aplicó tanto dinero? Dicen que en carreteras, hospitales, escuelas,  universidades, tecnológicos,  pago de maestros, de seguridad  pública, participaciones a  los Ayuntamientos,  gasto corriente, salarios a la alta burocracia, gastos en  publicidad, en  medios de comunicación,  giras de trabajo, viajes por el país y el extranjero, infraestructura en el  campo, etc.

 

En eso se  fue todo el dinero, sin embargo, Puebla, siguió  en los últimos  lugares de desarrollo, entre los primeros cuatro en marginación y pobreza del país, entre  los de menor ingreso per cápita, entre los de mayor desnutrición infantil, entre  los de menores  oportunidades educativas a pesar de  tantas  universidades, el de mayor expulsión de mano de obra  joven por falta de de oportunidades, el de mayor atraso en materia agropecuaria, etc.

Entonces  ¿ para qué sirvieron los  300  mil  millones de pesos de presupuesto en los pasados seis años? El grupo que  estuvo en el gobierno se enriqueció, algunos ex funcionarios andan  huyendo, otros supuestamente están detenidos.

Para adentrarnos  más en el tema que nos ocupa, en Puebla nueve organizaciones campesinas conformaron lo que se llama  Congreso  Agrario  Permanente  Poblano  ( CAPP). También existe el CAP nacional.

Si el  presente gobierno estatal  manejará en seis años quizá  350  mil millones de pesos, o más, es obvio que una parte de este presupuesto se tiene que destinar al sector  agropecuario y rural.  Es aquí en donde entra  la  labor y función del CAPP. El presupuesto al campo debe ser el mayor posible.

La organización  no debe  dormirse y dejar que pasen los seis años de  gobierno sin  mayores acciones al campo, debe  tomar  en cuenta que ya pasó año y medio y sólo quedan  4 años y medio. En el año anterior y el presente se están manejando algo así como 120 mil millones de pesos, no se sabe cuánto se ha destinado  al campo y cuál es el impacto en la producción  y en los niveles de vida  en las comunidades, por lo visto, los cambios  son lentos.

El CAPP  tiene que ponerse las pilas, que no se conforme con lo que el gobierno hace y dice,  propone y ejecuta, el gobierno  aplica políticas que cree son las indicadas, se requiere  escuchar a las organizaciones de productores  no sólo  las que  integran el CAPP  sino todas, en el estado son muchas.

Como decía el dirigente nacional de la  Central Campesina  Independiente, Rafael Galindo Jaime, en  la toma de protesta de la   nueva  coordinación en Puebla del CAPP, que preside Francisco  Rojas  Pérez, el campo poblano y nacional está sobre diagnosticado, ya se saben sus problemas y necesidades, lo que se tiene  que hacer es actuar, ir a las acciones para  generar producción y desarrollo.

Ah, pero esto se viene diciendo de hace más de 30 años y no se ven cambios. Puebla es un estado deficitario en granos  y  otros  productos,  la  migración campesina continúa,  la pobreza  sigue presente en amplios  grupos rurales. Hoy hasta los grupos de productores con riego  que deberían pasarla  muy bien, les va mal, por  ejemplo los  productores de   hortalizas enfrentan los altos costos de la energía eléctrica e insumos  y  los bajos precios de los  productos, la  política del gobierno federal y estatal no les  favorece.

Si la nueva coordinación del CAPP  busca  una  entrevista con el gobernador, debe  llevar cosas concretas, propuestas inteligentes, analizadas, probadas. Que  no olvide, el sexenio  no inicia apenas, le quedan poco más de  4 años, es preciso acelerar el paso si se quiere hacer algo por el campo  poblano.

La administración no debe dejar pasar el tiempo con la entrega de moto tractores, fertilizantes,  entrega de apoyos a quienes perdieron cosechas por fenómenos climáticos, ampliación  o construcción de  caminos, esto es bueno  pero  no suficiente.

Se requiere  infraestructura, mecanización, asesoría técnica, apoyos en comercialización, transformación de  productos, subsidios, generación de empleos, capacitación,  protección  y  conservación de recursos, desarrollo  e  impulso de micro, medianos y grandes proyectos, presas e infraestructura para la retención del agua, reforestación,  financiamiento, créditos, etc.

La nueva coordinación del CAPP  debe avanzar en  este sentido, si  va a defender el campo  y a los miles de productores que lo haga  mejor. La  organización   tiene  líderes capaces, experimentados, de modo que vayan  y díganle al gobierno lo que se necesita, porque ustedes son los que saben, mucho más que los funcionarios que dirigen las dependencias, ellos sólo están de paso, se acaba su cargo  y se van, ustedes se quedan para seguir la lucha.

El CAPP está integrado   por  líderes y  productores, ustedes  mejor que nadie saben lo que se tiene que hacer para lograr  producción, desarrollo  sustentable,   estabilidad social y económica  en el campo,  díganlo  pues al gobierno de Puebla. No vaya a suceder que el tiempo se pase y en el 2018  sigamos en lo  mismo.

El CAPP  tiene que moverse, exigir, manifestarse. Los gobiernos escuchan  cuando los ciudadanos hablan, piden, proponen y exigen.