Marcela Jiménez Avendaño

Hoy es el último día antes del primero de julio en que puedo compartirle mi pensar y sentir sobre las elecciones que culminarán este domingo primero de julio.

No se Usted, querido lector, pero veo con gran decepción que muchos mexicanos aún no deciden todavía por quién votar, y ello se debe principalmente a que nos encontramos ante la disyuntiva de quién es menos peor. OJO no quien es mejor, sino quien pudiera ser menos dañino para nuestro futuro personal y el de nuestro país.

Por otro lado, también desde hace ya varias semanas observo que la tendencia ha cambiado drásticamente. Si hace unos meses en una sobremesa de 10 personas, 8 decían ganaría Enrique Peña Nieto (no que votarían por él sino que ganaría), hoy la tendencia es completamente opuesta, esos mismos 8 piensan ganará Andrés Manuel López Obrador.

Ello me lleva a cuestionar el papel lamentable de la mayoría de las casas encuestadoras que, pese a lo que se siente en la calle, aún aseguran una diferencia de dos a uno entre Peña y AMLOVE que, por cierto, ya no es tan Love. Yo más bien creo que la cosa está muy pareja, sobretodo ahora que es evidente Josefina Vázquez Mota se ha desfondado.

 

Siguiendo con este orden de ideas, también observo que López Obrador está jalando a sus candidatos a Diputados y Senadores, lo cual si es de preocupar. Y pongo de ejemplo el Distrito por el que estoy compitiendo. Si bien mi contrincante de las izquierdas cuenta con todo mi respeto, debo aclarar que no ha hecho campaña y que, por si ello fuera poco, carece de experiencia legislativa y política, pero pese a ello, va subiendo de la mano de AMLOVE. Algo similar ocurre con los candidatos priístas y panistas quienes suben o bajan conforme lo hacen sus candidatos presidenciales.

El asunto a analizar aquí es ¿qué tan correcto y rentable podría ser llevar al Congreso a ciertos personajes solo por el hecho de ir colgados de otros candidatos?. Me parece que justo en este punto radica la importancia de diferenciar el voto para diseñar juntos un gobierno de contrapesos.

Calculo que ninguno de nosotros quiere regresar al esquema autoritario de un Gobierno Federal todo poderoso con un Poder Legislativo plegado a sus intereses u ocurrencias.

México está cambiando pese a la resistencia de algunos políticos y partidos tradicionales. Somos más los mexicanos que queremos la consolidación de la democracia que los que se oponen a ella.

Por todo lo anterior querido lector es que te invito a que verdaderamente razones tu voto; que lo veas como la gran herramienta de cambio y transformación que significa; que asumas que ese día en la urna, con tu papeleta estarás cediendo tu poder de decisión a un político que definirá tu vida y la de tu familia por al menos el próximo sexenio.

Recuerda que hace seis años, en esa misma urna y ante esa misma disyuntiva sobre quién votar, ninguno de nosotros nos imaginábamos siquiera el grado de violencia, inseguridad, enfrentamiento, crueldad, sangre y luto que hoy vivimos. En esa ocasión nuestro voto transformó México, hoy estamos ante un escenario similar.

Por eso, te invito a votar por quien dignifique la política, fortalezca la democracia y represente los intereses de la mayoría. México se encuentra en una situación increíblemente delicada en lo social, en lo económico y en lo político, por tanto se requiere de sus mejores talentos en los Poderes de la Unión.

Votemos pues más por las personas y menos por los partidos.

En tanto, nos leemos la próxima semana……