- Gema Sofía Aguilar López
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Gema Sofía Aguilar López
Hoy en día la búsqueda y cuidado de la salud, la prolongación de la juventud, la composición de las familias, la acelerada vida en las ciudades y el envejecimiento de la población son algunos de los aspectos que influyen en las nuevas tendencias y demandas del consumidor.
En la actualidad, las empresas de la cadena agroalimentaria que quieran ser competitivas, tienen que adaptarse y tener en cuenta el nuevo papel del consumidor, como es el hecho de que cada vez más mujeres incursionan en la actividad laboral y requieren alimentos preparados, congelados o pre-cocidos, que faciliten las labores en el hogar.
Además existe la cultura del snack, hogares unipersonales que demandan porciones más pequeñas de alimentos, consumidores que se aventuran a probar nuevos sabores a base de hierbas y especies o bien sabores inesperados, como galletas de rosa, lavanda o zanahoria.
Un tema importante en la producción de alimentos, es la tendencia eco que considera los efectos en la salud y en el medio ambiente, la cual incrementa el interés por acceder a alimentos nutricionales, saludables, orgánicos, diferentes y tradicionales, esto debido a una mayor conciencia sobre la importancia que tiene este tipo de alimentación.
Por otra parte las opciones saludables, bajas en grasas, sal y azúcares, así como los alimentos funcionales, se mantendrán a la alza en los próximos años, ante la búsqueda de alimentos y bebidas que generen bienestar y otorguen beneficios con el menor esfuerzo, o bien los enriquecidos con vitaminas, minerales y omega 3, así como aquellos que cuidan la salud cardiovascular y los que mejoran las condiciones del estrés.
Otro aspecto que influye en el mundo de los consumidores, es la creciente población juvenil con alergias e intolerancias alimenticias, que requieren productos sin gluten o deslactosados,
A todas estas exigencias, debe sumarse, que los precios tendrán que ser accesibles, es decir que hoy en día la empresas alimentarias deben producir a menores costos pero sin descuidar la calidad,
La frase “somos lo que comemos”, está penetrando en lo consumidores y cada vez son más las personas que buscan alimentos que contribuyan a conservarse jóvenes, sanas, fuertes y activas, debido a que en la actualidad la juventud es vista como un valor.
En lo que se refiere a las etiquetas, exigen mayor información sobre el contenido, con letras más grandes. Los envases deben ser novedosos, prácticos, fáciles de abrir y desde luego que aquellos de materiales reciclados o biodegradables tendrán mayor impacto. Las empresas deben estar preparadas para dar respuesta a las necesidades de una sociedad que al estar más informada, es más exigente y demandante. Sin olvidar que las transacciones mundiales de productos sanos crecen y se convierten en una oportunidad comercial.
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