Hipólito Contreras

Han pasado 45 días de campaña sin  que ninguno de los cuatro candidatos presidenciales presente una propuesta  formal para el campo mexicano. Un sector vital está pasando desapercibido  para quienes  quieren  gobernar el país.

Si se le da seguimiento a los discursos de los tres candidatos  y la candidata del Partido  Acción Nacional, es poco lo que podemos rescatar a favor del sector primario, del sector del que genera o debiera  generar la producción de alimentos que demanda el país, del sector en el que se ubica   la biodiversidad, las especies,  los recursos, la vida del país.

Ni en el debate  de los presidenciables, ni  en sus campañas se ha escuchado gran cosa sobre el gran sector, del que no dependen sólo 35  millones de habitantes de las zonas rurales, sino los cerca de  120 millones de mexicanos.

Los candidatos se han referido más al problema de seguridad al que le han dedicado más tiempo, como si de éste dependiera el futuro del país, en la medida en que se apoyen los demás sectores, ese, el de la inseguridad, tendrá que ceder.

 

Veamos a Brasil en donde  la criminalidad  y la violencia eran un grave problema, como sus gobiernos se pusieron a trabajar en la educación, la investigación, el campo, la  salud, etc., ese gran país ha progresado, lleva  ya la delantera en América Latina, ese mismo paso llevan Argentina, Chile, Colombia y otros países, están creciendo a mayor ritmo que  México.

De los cuatro presidenciables, Andrés Manuel  López Obrador le ha dedicado algunos espacios al campo, ha dicho que apoyará al sector para lograr  la autosuficiencia alimentaria para  ya  no depender de las importaciones.

De los demás candidatos  no se ha escuchado casi nada  sobre el sector. El candidato del PRI y la candidata del PAN hacen énfasis en el combate a la pobreza, de continuar con el programa Oportunidades, de que cada niño tenga una cuenta bancaria, de entregar más computadoras, etc.

No se trata de combatir la pobreza sino de generar producción,  de frenar la migración campesina, de estimular la permanencia en ejidos y comunidades, de  llamar a la capacitación y organización, de promover el desarrollo sustentable, de  impulsar proyectos productivos a gran escala, de proteger ya los recursos como el  agua, el suelo  y el bosque.

Se trata de   impulsar  la investigación para el desarrollo de energía alternativas, de formar más técnicos  que se encarguen de aplicar   la nueva política hacia el campo, de crear instituciones de financiamiento a tasas preferenciales, de promover la agroindustria  y abrir  canales  de comercialización en los que los que los productores sean los principales  actores, de que  las  universidades  se involucren  directamente con el campo a través de su áreas dedicadas al sector agropecuario.

Se trata de que se protejan lenguas indígenas, costumbres y tradiciones, de que se rescaten técnicas de producción  legado de pasadas generaciones, de que se desarrolle  mayor infraestructura compatible con los recursos, de que se avance en la mecanización, de que se protejan las semillas nativas y  nunca se hagan extraños y peligrosos experimentos por parte de empresas extranjeras.

Se trata de frenar el daño ambiental mediante programas de rescate y protección de los recursos, de contribuir de esta forma  a combatir el cambio climático en el mundo.

Se trata de impulsar la educación gratuita  de la que se encargue el Estado para  formar una nueva generación  de hombres y mujeres plenamente conscientes de su  responsabilidad ante el país. De eso se trata.

Lamentablemente los cuatro candidatos no rompen  con el  sistema o modelo de libre mercado, lo cuatro se proponen continuar el modelo depredador e injusto. Sólo López Obrador ofrece unas pinceladas de humanismo y justicia, de combate a la corrupción, pero no rompe con el modelo  que ha acabado con los valores, la ética  la unidad  familiar y social, el modelo  sólo ve la ganancia a costa de los que sea, se basa  en la concentración de riqueza de unos cuantos y en la pobreza de millones

Así las cosas, no se  ve un futuro prometedor para el campo y los demás sectores. Los candidatos no ofrecen más, el país seguirá cambiando  como  causa natural, como ha cambiado en los últimos 30 años, pero las crisis continuarán, y el gran sector rural, el responsable  de la producción y  la estabilidad climática, seguirá  hacia  atrás, en desorden y con mayor descomposición. Si el modelo no cambia tampoco el campo cambiará.