- Hipólito Contreras
- Categoría: MUNICIPIO
Hipólito Contreras
En Puebla, México y el mundo podrá existir todo: tecnología de punta, modernísimos sistemas de comunicación, compañías nacionales y transnacionales, aviones súper modernos que cruzan los continentes, tiendas enormes, avances formidables en la medicina y la ciencia, enormes empresas e industrias tecnificadas, lujosos automóviles, grandes obras que inauguran los gobiernos, Universidades e Instituciones, etc., todo podrá existir, pero sin agua nada, absolutamente nada.
Todo lo que vemos, todo lo que se hace, todo ser vivo que existe, todos los objetos, herramientas y equipos que se hacen, todo objeto, hasta un simple palillo de dientes o la correa para sujetar un perro, necesita agua para su elaboración, nada se mueve en el mundo si no está el elemento agua.
Ninguna empresa del tipo que sea puede operar sin agua, ningún hospital o escuela puede trabajar sin el vital elemento, y obvio, todos los alimentos no se pueden producir sin agua. Todos los productos que vemos en el mercado necesitan agua para su elaboración.
La vida humana, animal y vegetal, necesitan del agua para seguir viviendo. Una planta sin agua se seca, un ser humano o animal sin agua también se muere.
El futuro de la humanidad no está en su ciencia y desarrollo tecnológico sino en la existencia de agua y por supuesto de oxígeno.
El reto entonces es cuidar esos dos elementos sin los cuales la vida no es posible. Todos los esfuerzos de los gobiernos y sociedad deben estar enfocados en ese sentido.
Sin embargo, lo que está sucediendo es todo lo contrarios, esos dos elementos son agredidos constantemente. En México y el mundo el crecimiento poblacional agrede con mayor fuerza el agua y el oxígeno. En los sistemas de libe mercado, como en México, el daño es mayor, pues toda actividad está enfocada a la ganancia y la explotación de recursos.
Ya se ha dicho que en México en los últimos sesenta años la disponibilidad de agua por habitante sigue a la baja, en 1950 era de 11.5 metros cúbicos por habitante al año, hoy apenas pasa de cuatro metros cúbicos, y la tendencia sigue a la baja.
El vienes se celebró el Día Mundial del Agua, los eventos son sólo reflexiones sobre la situación nacional y mundial, lo que se requiere es poner manos a la obra, lo que se requiere es proteger el vital recurso, lo que se requiere es que sociedad y gobierno volteen hacia la problemática y poner en marcha acciones.
En México y el mundo debe de pensarse que del total del agua del planeta sólo el tres por ciento es dulce y que de este tres por ciento el dos por ciento se ubica en la zonas polares.
El cambio climático que se siente cada vez con más fuerza está ocasionando prolongadas sequías, por lo que los acuíferos no se recargan, en tanto la demanda de agua crece por el crecimiento demográfico e industrial.
Por la urbanización de la sociedad hoy tenemos grandes complejos urbanos que provocan más calor, mayor demanda de agua y menos filtraciones al subsuelo, la disponibilidad de agua es cada vez menor.
El modelo de gobierno de libre mercado lejos de privilegiar política de protección de los recursos, sobre todo el agua, estimula su explotación o extracción, los números, las estadísticas, lo dicen claro, el recurso agua va a la baja.
Si la fábrica de agua son los bosques, porque son los que la retienen y la filtran al subsuelo, se tiene que trabajar en reforestar a nivel macro.
Se tiene que trabajar en materia educativa para forma una nueva generación consciente, informada y responsable del cuidado de los recursos. Hoy basta con preguntarle cualquier estudiante lo que opina de los recursos como el agua, su respuesta no será la esperada, nuestros estudiantes están formados para la guerra, para competir, para dominar a los débiles.
Hoy una ciudad tan grande como es México, quizás la más grande del mundo, podría entrar en una grave crisis en poco tiempo, su consumo de agua es kilométrico, su abastecimiento es cada vez más complejo, sus reservas son mínimas o están agotadas, cada vez tiene que ir más lejos por el vital líquido.
Las grandes ciudades de México llevan ese camino, Puebla capital es una de ellas, su explosivo crecimiento le lleva a demandar más agua, sus reservas se agotan. El proyecto del gobierno del estado es traer agua de municipios más lejanos, lo que implicará conflictos sociales y altos costos económicos.
Se necesita con urgencia restaurar las condiciones para ir recuperando el agua perdida, necesitamos reforestar, limpiar los ríos, presas y lagos, desarrollar obras de retención, aplicar nuevas técnicas agrícolas para retener el agua, es urgente tratar aguas y dejar de contaminar el agua subterránea.
Necesitamos cambiar de actitud. El agua se nos va entre las manos y con ella la vida de la siguiente generación.
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