Hipólito Contreras

¿ Se imagina una planta cementera cuyas  instalaciones ocupan  más de veinte hectáreas, con capacidad para producir  cientos de miles de toneladas de cemento al año , con un enorme consumo de agua, y  ubicada en una región de alta producción agrícola?

Esa planta cementera está  en el municipio de Palmar de Bravo, es del Grupo  Cruz  Azul y es la segunda o tercera más importante del país. Inició operaciones en el  2006, los  gobiernos federal, estatal  y  municipal autorizaron su instalación, la empresa supuestamente cumplió con todos los requisitos de ley, como los de  impacto ambiental, los que fueron avalados  y autorizados por la  Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Empresa y gobierno justificaron la instalación de la cementera con  el argumento de que en la región se generarían miles de fuentes de trabajo, lo que impactaría positivamente en la economía regional.

 

Aun con la protesta de  productores  y comunidades  la empresas se instaló, y como siempre sucede en este tipo de proyectos, a los ejidatarios y pequeños propietarios se les presionó para vender cientos de hectáreas a precios muy bajos, se les dijo que la idea era instalar una empresa estatal para explotar  la piedra y otros materiales abundante en la región, nunca les  dijeron, obviamente que se trataba de una inversión privada para construir una cementera de grandes  dimensiones.

Cuando se instaló  la empresa  no utilizó mano de obra de la región, trajo su propio personal, de modo que no se crearon fuentes de trabajo para  la región  como fue la promesa.

Ante las protestas de los productores de Palmar de Bravo, Quecholac y Tecamachalco, en enero del 2007 la empresa, el gobierno federal y estatal firmaron un convenio en el que la cementera se comprometió entre otras cosas a  construir   dos plantas de tratamiento y utilizar las aguas tratadas para sus procesos industriales, realizar   un monitoreo periódico sobre el impacto de emisiones en la zona agrícola y salud de la población, y construir dos clínicas. A la fecha nada ha cumplido, ni las autoridades hacen nada para obligarla a cumplir.

A seis años de la instalación de la cementera se ve   ya su impacto  la zona  agrícola de más de  cinco mil hectáreas, los más de  500 pozos empezaron bajar su nivel, en poco tiempo  ya no servirán para riego, tampoco se pueden perforar nuevos porque esta es una zona de veda.

La cuenca hidrológica de Tecamachalco es una de las más  dañadas del país  debido a la sobreexplotación de  agua, la recarga del acuífero es menor a lo que se gasta, existe un déficit cada  vez mayor, las sequías recientes han complicado el problema.

La instalación de la planta cementera hizo más difícil la  situación porque consume cantidades industriales de agua, los productores sostienen que la planta  tiene uno o dos pozos, los que se supone   carecen de permisos, pues esta es una zona vedada.

Sin embargo, la cementera funciona normalmente, a pesar de que la  Comisión Nacional del  Agua se comprometió hace unos días ante los productores a realizar una visita a la planta y verificar si existen pozos ilegales para proceder a clausurarlos..

Es obvio que el gobierno  federal y estatal brinda toda clase de facilidades a las grandes empresas para que se instalen en donde quieran y hagan los grandes negocios, la justificación  oficial es porque son empresas generadoras de empleos.

El gobierno no observa, o hace que no ve, en este  caso de la cementera, e l impacto negativo en la zona agrícola, el fino polvo que emiten las instalaciones dañan las plantas y la salud de la población, pero sobre todo, está contribuyendo al agotamiento de las reservas de agua, con lo que se  están perdiendo más de cincuenta mil empleos y se está abatiendo la producción de alimentos, se está generando una  mayor migración campesina.

La Cementera de la Cruz Azul en Palmar de Bravo es  otro ejemplo de cómo el modelo de libre mercado privilegia el capital, a  los inversionistas nacionales y extranjeros, los privilegia por encima de todo, hasta de la misma producción agrícola, pasando a dañar a miles de productores   y de ciudadanos   de la  importante región del estado.

En el convenio se especifica que si la empresa  no cumple sus compromisos será clausurada  en forma temporal o definitiva. ¿ sabe  usted cuándo la van a clausurar? nunca, por supuesto que no, el  gobierno  no afecta  los intereses de  sus aliados y amigos.

¿Y  los productores? A ellos los seguirán manejando, los traerán vuelta  y vuelta,  los recibirán, les firmarán documentos, platicarán, para que  vean que existe  diálogo, pero resolverles  jamás. Es la estrategia del  modelo.