Hipólito Contreras

En un estado  como Puebla  ( y en todos) en el que la producción de granos y alimentos en general va en declive por los diversos factores que se conjuntan, nos preguntamos ¿ en dónde están los agrónomos, zootecnistas y estudiosos del mundo  rural? ¿ a qué se dedican?

No se sabe con precisión cuántos profesionistas de éstas areas existen en Puebla, ni cuántos son formados  cada  año en las  universidades. Por cierto, son pocas las instituciones de nivel superior que forman este tipo de profesionistas vitales para el desarrollo  rural, al menos, la única  Universidad  pública, la BUAP, genera  pocos profesionistas, sólo tiene  la facultad de  Zootecnia en  Tecamachalco, pero parece que poco incide en el desarrollo rural de la región.

Las universidades privadas como la UDLA, la Ibero y la  UPAEP, generan pocos profesionistas  en  desarrollo agropecuario y rural, a estas  instituciones  les interesan otras ramas, forman profesionistas para satisfacer  las necesidades de empresas, preparan profesionista en áreas como  informática, economía, administración de empresas, mercadotecnia, contaduría, idiomas, comercio internacional, derecho, ingenierías, medicina, gastronomía, etc., pero  formar técnicos y expertos en desarrollo rural y cuidado ambiental no le interesa gran cosa,  las universidades privadas y públicas al formar parte del libre mercado preparan profesionistas  para el modelo, nada más.

 

Es obvio que para levantar el sector productivo, para proteger el medio ambiente y los recursos como el agua, aire, suelo y bosques, se requiere de técnicos que  guíen los proyectos  institucionales, nadie más  que ellos que son formados para eso, para poner al campo en el nivel de producción adecuado y desarrollar las políticas de desarrollo sustentable.

Nadie más que estos profesionista para organizar, capacitar  e involucrarse directamente en los desarrollos, en los proyectos productivos, en los planes  institucionales al campo.

La ciencia y el desarrollo  tecnológico   no debe alejarse sino acercarse al campo, si hoy existen máquinas que hacen lo que antes hacían los hombres del campo ( cosechadoras, sembradoras, trilladoras, alzadoras, despulpadoras, etc.,) bienvenidas, nuestros hombres y mujeres del campo durarán más, dispondrán de más tiempo para dirigir  sus proyectos con menos esfuerzo físico, lo fundamental  es que no se agreda el medio ambiente ni se empobrezca el suelo, la ciencia es para mejorar y vivir mejor.

Para todo esto se necesitan los técnicos, estudiosos y conocedores del campo, son ellos los conductores, los que van a  dirigir las políticas de  gobierno para consolidar los proyectos, programas y  políticas de desarrollo rural sustentable.

Habrá que formar más técnicos, más profesionistas, construir más escuelas, más  universidades, cada  unidad de producción requiere un determinado  número de técnicos para llevar adelante  los proyectos y organizar a los productores.

El campo del estado  y el país requiere de un ejército de técnicos, ellos  deben ser el brazo operativo  para  lograr lo que en los años sesenta y setenta se llamó el milagro del campo mexicano.

El  nuevo  gobierno si va con esas tendencias de revolucionar el sector rural, con políticas de largo alcance y con un enfoque de desarrollo sustentable, deberá formar y poner en acción el ejército de técnicos, no serán soldados  para combatir el narcotráfico, serán  técnicos para generar producción, mejores niveles de vida, arraigo de la población rural, y protección de los recursos naturales.