maria-enriqueta-ceronSus discursos rituales importantes los pronuncian en náhuatl, expuso investigadora de la Universidad Veracruzana en la BUAP

Yancuitlalpan es una de las comunidades poblanas donde costumbres y tradiciones permanecen sin grandes modificaciones debido a la insistencia de los ancianos en su práctica y enseñanza, afirmó la doctora María Enriqueta Cerón Velásquez, investigadora de la Universidad Veracruzana.

La Doctora en Antropología presentó la conferencia “Discurso ritual y coloquial del náhuatl en Yancuitlalpan, Puebla” durante el Congreso Internacional de Estudios Antropológicos sobre Puebla, en el Paraninfo del Edificio Carolino de la BUAP.

 

Ante estudiantes y académicos, detalló los resultados de la investigación sobre el discurso lingüístico que se utiliza en esta población cercana al volcán Popocatépetl en  eventos importantes, como las fiestas patronales, el cambio de mayordomía, bodas, bautizos, entre otros.

Resaltó la importancia y el respeto que los habitantes de Yancuitlalpan tienen por los ancianos quienes preparan a los adultos que desean ser mayordomos. Se someten a un proceso de aprendizaje de los discursos que tienen que pronunciar, si algún día son elegidos para estos cargos que implican un cambio de estatus.

Las mayordomías sólo pueden ser ocupadas por ancianos que son los encargados de cuidar la imagen patronal, que en este caso es la Virgen de Guadalupe y Santa María Magdalena; son ellos los que deciden, dependiendo de la disposición y el aprendizaje del ritual, quien puede ocupar el cargo.

Esta preparación, explicó la investigadora, es lo que ha permitido que se mantengan los discursos. Cuando se da posesión a los mayordomos, los saludos y las despedidas se pronuncian en español, pero el resto del discurso se da en náhuatl, lo que revela que el ritual se mantiene casi en su originalidad.

Cerón Velásquez analizó los Huehuetlatollis de Yancuitlalpan para conocer a fondo su forma de concebir al mundo. Éstos, en la época prehispánica, eran conocidos como los Libros de Consejos que contenían dichos, discursos y consejos que establecían normas para toda ocasión.

Había palabras, para recibir al recién nacido, para despedir a los muertos, para cambiar mayordomías, recibir a los invitados, para los hijos cuando cumplían determinada edad, siempre haciendo referencia a sus propias deidades, refiriéndose a ellos como “nuestros padrecitos y madrecitas de mi alma, lo que no pertenece a la religión cristiana sino a la mesoamericana”, aclaró.

En Yancuitlalpan se mantiene viva la lengua, cultura y cosmovisión prehispánica en una gran parte; aunque el español ha influido en el náhuatl, también ha sucedido a la inversa. En cuestiones religiosas muchas de sus actividades ancestrales las realizan en los atrios y hasta el interior del edificio católico, lo que habla del respeto que tiene en este sentido la Iglesia y la lucha de los ancianos por mantener su cultura.

La investigadora de la Universidad Veracruzana consideró necesario continuar con estos estudios para preservar una lengua y tradición, los cuales se puede perder sobre todo por “una ideología lingüística racista que provoca que cada vez más los jóvenes no utilicen su lengua materna por temor a sufrir rechazo o discriminación”.

Manifestó que en breve se editará el libro Alternancia de códigos entre el náhuatl y el español: estrategias discursivas de identidad étnica, el cual espera presentar también en Puebla.