problemas-amorCholula, Puebla.- “Lo que más atemoriza a un hombre es perder el poder, en cambio la mujer le teme a perder el amor, esto expresa que en realidad el temor de ambos es al abandono. Ante esta premisa, los celos son el temor de perder lo que se ama, la violencia es la defensa ante la angustia de abandono y la infidelidad es una respuesta al temor de perder el amor”, expuso el psicoanalista Antonio Bello Quiroz.

Antonio Bello, experto en psicoanálisis, ofreció una ponencia a estudiantes de psicología de la Universidad de las Américas Puebla titulada “Historias de Amor: Conflictualidades de la vida amorosa en la pareja contemporánea”, con el fin de exponer los problemas humanos a través de los celos, la infidelidad y la violencia que siempre han existido, pero que ahora generan una lucha constante.

 

“Seguramente las parejas siempre han experimentado celos, pero no para todas era un conflicto, la diferencia con las actuales es que antes un hombre podía celar a su pareja y hacerlo visible, pero de una mujer hacia el hombre sólo era en silencio. Asimismo, las parejas de años atrás eran infieles, algunos casos verdaderamente extraordinarios pero no había problemas, ahora ¿quién se aguanta una infidelidad?”, exhibió el experto en psicoanálisis.

El cambio trascendental de la vida en pareja se genera en 1953, asegura el psicoanalista, cuando los métodos anticonceptivos aparecieron debido a que “los discursos amatorios se volvieron dos, un femenino y un masculino, cada uno hoy puede expresar su forma de amar y el cambio trae como consecuencias un mayor número de padres solteros o más parejas en unión libre”, expresó Antonio Bello, quien notificó que del año 2000 al 2007 los hijos educados por un sólo padre se duplicaron y del 2007 al 2017 se quintuplicarán, es decir el 80% de la población cuidará a sus hijos solos.

Esta evolución de la pareja ha generado más casos de violencia, ataques de celos e infidelidad, pues afirma el experto que las mujeres lo que buscan es tener una pareja. En cambio los hombres tienen una condición de conquista permanente que cuando entra en decadencia y deja de ser productivo para su pareja se cambia a un proceso de defensa manifestado en violencia, la cual “empieza a partir de no soportar la diferencia, de pensar que él tiene derecho sobre la otra persona, simplemente porque tiene una relación”.

La violencia siempre ha existido, sin en cambio antes no había quejas, no se generaba incomodidad, era parte de la vida dual. La infidelidad se sustenta en cuestionarse ¿qué tal sí ella o él me engaña mejor yo lo hago primero? Los celos se generan a raíz de pensar en no estar a la altura de la otra persona, por eso el experto en psicoanálisis exhortó a los estudiantes a “aprender a convivir con las diferencias, amemos al otro por lo que no  se tiene para complementarnos, así es como se debe vivir como conyugues”.