laboratorio-centralAnte las nuevas condiciones climatológicas, el SNICS representa un importante ente social y productivo, toda vez que se encarga de que los productores del campo mexicano incrementen su productividad, a través de una mejor calidad genética de semillas.

 

Durante el Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, México ha fortalecido su presencia como país de referencia en la identificación, certificación y protección de variedades de semillas y recursos fitogenéticos, con lo cual se combate la biopiratería y el uso indebido de materiales productivos que afectan la biodiversidad nacional y el patrimonio de los productores del campo.

Así lo señaló la Directora General del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), Enriqueta Molina Macías, al presentar los avances del Quinto Año de Gobierno, quien indicó que con base en la promulgación de la Ley de Producción, Certificación y Comercio de Semillas y la publicación del Reglamento de Producción, Certificación y Comercio de Semillas –en esta administración— se fortalecen los mecanismos jurídicos para proteger los obtentores e investigadores que trabajan para mejorar las variedades vegetales y diversas especies de semillas en el país.

Destacó que México también se ubica como un aportador en el tema, al ser reconocidas sus “Guías Técnicas” por organismos internacionales para el estudio, identificación y certificación de granos (maíz, trigo, arroz, frijol y cebada), frutales (coco y tuna), hortalizas (jitomate, chayote y aguacate) y flores (orquídea), entre otras, lo cual permite la exportación de esta materia prima.

Mencionó que en el caso de las flores y plantas ornamentales, la nueva legislación (publicada en 2007) ha permitido controlar la piratería con mayor efectividad, con un beneficio económico para los productores que trabajan con semillas y plantillas de calidad certificada, lo que aumenta su valor comercial en los mercados, nacional e internacional.

Ante las nuevas condiciones climatológicas y sus efectos en el sector agropecuario, el SNICS representa una importante institución social y productiva, toda vez que se encarga de que los productores del campo mexicano incrementen su rentabilidad, a través de una mejor calidad genética de semillas, resistentes a plagas, enfermedades y con mejores rendimiento, lo que aumentará la competitividad del sector, subrayó.

Indicó que el SNICS también trabaja en la iniciativa del Programa MASAGRO, con el que se desarrollan beneficios tecnológicos para el campo y los agricultores, como el mejoramiento genético de maíz y trigo. Con estas acciones, dijo, se detonará la producción de estos granos en beneficio de pequeños productores del país.

En conferencia de prensa, Molina Macías afirmó que el trabajo del SNICS es reconocido a nivel mundial (tiene vinculación técnico-científica con la Organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y sus contribuciones y alcances le permiten capacitar a productores y autoridades de otros países, principalmente de Centro y Sudamérica.

Este organismo, desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), tiene entre sus responsabilidades verificar la calidad de las semillas desde su origen, su proceso de producción en campo, almacenamiento y  comercialización, labor que realiza con la participación corresponsable de productores, especialistas y autoridades.

Con presencia en 28 entidades federativas, el SNICS registra una cobertura del 40 por ciento de los productores que solicitan y trabajan con semillas certificadas, maneja 7.9 millones de etiquetas; al año, supervisa 55 mil hectáreas para producción de semillas, certifica 260 mil toneladas de granos y atiende alrededor de 200 solicitudes de registro de variedades, agregó.

Su cobertura, precisó, es de entre 35 y 40 por ciento en semillas de maíz, y en menor número de papa y soya; 60 por ciento en trigo, y cinco por ciento en frijol. Destacó también que entre los productores de semilla sobresalen los de cebada, avena y frijol, con prácticamente el ciento por ciento.

A través del Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (SINAREFI), en la parte de maíz, se ha concretado la integración de una red de más de 250  custodios de razas criollas de este cultivo en 22 entidades del país, con la finalidad de que los propios productores mantengan y fortalezcan la conservación de 52 razas de ese grano.

En la visita al Laboratorio Central de Referencia, se informó que éste cuenta con un Banco de Referencia de 500  variedades de semillas y tiene capacidad para analizar la pureza del grano y certificar alrededor de 200 a 400 variedades al mes.