TRASPATIO

Una forma de apoyar la economía familiar  es aprovechar los solares de las casas de las comunidades indígenas para producir alimentos, afirmó Lucio Tehuitzin Valencia, quien desarrolla este proyecto en la reserva de la biósfera de Sierra Santa Marta y los Tuxtlas, que se encuentra en territorio veracruzano.  Durante su participación en la Novena Semana del Biólogo que lleva a cabo la Escuela de Biología de la BUAP, con la conferencia “Manejo integral del solar”, explicó la importancia que tienen los biólogos en la conservación del hábitat y el desarrollo de las comunidades.

Egresado de esta unidad académica, hace varios años decidió hacer su tesis en esta reserva, después fue contratado como consultor en un programa que se desarrollo con apoyo de las Naciones Unidas, actualmente trabaja con mujeres nahuas, popolocas y zoques, sobre todo de la comunidad de San Fernando, con el fin de que aprovechen cada vez más los solares de las casas.
En estos espacios, que son lugares de trabajo para las mujeres, se siembran hortalizas, crían animales de traspatio como aves y cerdos, hierbas medicinales y aromáticas y hasta peces, que posteriormente venden, dinero con el que cubren hasta el 50 por ciento de los ingresos familiares.
Los solares, de acuerdo a los estudios realizados en la zona, son también lugares de experimento para determinados granos, que de acuerdo a los resultados, los hombres (que se dedican principalmente a la siembra del maíz, frijol y café), cultivan después en sus terrenos de labor, comentó el Biólogo.
Tehuitzin Valencia reveló que aunque de esta reserva se abastecen de agua los municipios de Coatzacoalcos y Minatitlán, los habitantes carecen del servicio, por lo que se inició la recuperación de agua de lluvia a través de grandes tanques que aprendieron a construir las mujeres de San Fernando y hoy lo hacen para otras comunidades.
Este proyecto, consideró, debe extenderse hacia otras comunidades indígenas, donde se promueva el empoderamiento de las mujeres como las de San Fernando que han logrado incrementar su autoestima, valoran su trabajo y hacen que otros lo hagan. Han aprendido a organizarse, crearon una panadería, aprovechan la energía solar a través de una pequeña y nada costosa estufa y cuidan los recursos naturales, donde se han clasificado más de 280 especies vegetales, finalizó.