CNCLa Confederación Nacional Campesina se pronunció hoy porque el gobierno de Enrique Peña Nieto impulse la reforma profunda al Campo para que alrededor de 30 millones de habitantes del sector rural contribuyan más al desarrollo del país, luego de las condiciones alarmantes en que el régimen panista dejó al campo mexicano. Gerardo Sánchez García, senador y presidente de la CNC, pidió que esa demanda sea considerada con el mismo valor estratégico nacional que las reformas laboral, energética, política y fiscal.

El líder de los cenecistas señaló lo anterior luego de informar que este lunes 10 de diciembre Enrique Martínez y Martínez, recién nombrado secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Social, Pesca y Alimentación (SAGARPA), asistirá como invitado especial al Consejo Político y de Desarrollo Rural de la Confederación Nacional Campesina que bajo el título “El Pacto de México” analizará los mensajes del presidente de la República.

Porque, argumentó en su convocatoria, es necesario reflexionar el primer mensaje a la Nación, resaltando el trazo de 5 ejes fundamentales del gobierno, dentro de los cuales se destaca el lograr un México incluyente, combatiendo la pobreza y cerrando la brecha de desigualdad social que divide a México.

“El objetivo, aseguró, es lograr que el país se integre por una sociedad de clase media con equidad y cohesión social e igualdad de oportunidades, siendo el campo imprescindible en la ruta del país por transformarse en una potencia económica emergente”.

Sánchez García estimó que para ello es necesario aplicar una política de Estado al campo en la que se revalorice al sector rural como parte esencial y estratégica del desarrollo socioeconómico del país, ya que no es posible resolver su compleja problemática con sólo acciones aisladas y descoordinadas como sucedió con el Partido Acción Nacional (PAN).

El líder de la CNC recordó que en los dos últimos gobiernos panistas, México ha enfrentado tres grandes crisis de carácter mundial que han afectado aún más la situación del sector rural, lo que derivó en la concentración del 65 % de la pobreza extrema en zonas rurales; dependencia alimentaria cercana al 50 % de las necesidades básicas y un déficit de la balanza agroalimentaria que gira en alrededor de 4 mil millones de dólares anuales.

Por si fuera poco, concluyó, hay que enfrentar al deterioro creciente del suelo, agua, flora y fauna; migración y ruptura del tejido familiar y social que, actualmente, ante la falta de empleos en el vecino país y el endurecimiento de sus medidas migratorias, han repercutido en una disminución de las remesas, el regreso de los connacionales y una mayor problemática en las comunidades.