LibroEl libro aporta al lector las nociones básicas de por qué no debe transportar alimentos que no estén debidamente certificados, pues éstos pueden ser portadores de plagas y enfermedades capaces de afectar la producción de alimentos. En lo que va de la presente administración, el SENASICA ha revisado 70 mil 652 barcos, más de un millón de aviones y 899 mil 692 carros de ferrocarril con productos agropecuarios, de los cuales se han rechazado 46 mil 331 embarques que contenían mercancías que representaban un riesgo.

Durante la presentación del libro El itacate del viajero, el Director en Jefe del SENASICA, Enrique Sánchez Cruz, indicó que de igual manera, entre 2007 y 2012, se han revisado casi 33 millones de equipajes, con el apoyo de técnicos y de la unidad canina que este órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) tiene en los principales puntos de entrada a México.

 

Comentó que El itacate del viajero, editado por Algarabía, refiere la actividad que el SENASICA lleva a cabo en los puertos, fronteras y aeropuertos del país; subrayó que uno de los más importantes posibles diseminadores de enfermedades lo representa el viajero, porque los virus, agregó, se mueven por el mundo de diversas formas, por ejemplo en avión.

La Dirección General de Inspección Fitozoosanitaria (DGIF) del SENASICA informó que, producto de las labores de reconocimiento, en la actual administración se han enviado a laboratorio 683 mil 879 muestras y se han destruido un millón 904 mil 114 kilos de decomisos de barcos, así como tres millones 266 mil 802 kilos de mercancías retenidas en aviones.

En referencia a los embarques devueltos, la DGIF resaltó que fueron rechazados porque se encontraron 111 plagas de interés cuarentenario que representaban un riesgo para la producción nacional de alimentos.

Puntualizó que entre las mercancías que con mayor frecuencia se rechazan se encuentran productos de origen vegetal como manzana, papa, durazno, harina de trigo, cebolla, cacahuate y uva, y productos de origen animal como pechuga de pollo, cortes de ovino, carne de cerdo, de ave, canales de porcino, equinos para sacrificio y despojos y pieles de cerdo.

Al presentar el libro, el Editor Adjunto de Algarabía, Carlos Bautista Rojas, señaló que los mexicanos tenemos la costumbre de llevar regalos o encargos a familiares y amigos cuando viajamos a otro estado o al extranjero, sin saber que al llegar a un puesto de control sanitario muchos de esos regalos deben ser desechados en el instante para evitar la propagación de plagas y enfermedades.

Es por ello -abundó- que El itacate del viajero pretende ser un compañero de viaje que aporte al lector las nociones básicas del por qué no debe transportar alimentos que no estén debidamente certificados, pues éstos pueden ser portadores de plagas y enfermedades capaces de afectar la producción de alimentos de México u otros países.

La Directora Editorial de Algarabía, María del Pilar Montes de Oca Sicilia, indicó que El itacate del viajero contiene datos que pudieran parecer áridos y sólo para personas del medio agropecuario, pero, refirió, “les dimos un giro y través de ellos se van a dar cuenta de cómo podemos colaborar para que nuestro país continúe siendo una de las naciones que más han erradicado plagas y enfermedades” que afectan la producción agropecuaria.

Explicó que El itacate del viajero es la primera entrega de la colección Trivium, y narra también datos históricos, curiosidades, frases, anécdotas, y cifras en torno a los viajeros de México y el mundo.