porcicultoresEl sector porcícola requiere un impulso importante, sobre todo en lo que se refiere a la apertura de los mercados y a las superficies nacionales de granos para tener mejores rendimientos y comercialización de carne y vientres de cerdo que se comercializan en el país, destacó Roberto Borge Angulo, gobernador de Quintana Roo. Al clausurar el XI Encuentro Nacional de Porcicultura, en Cancún, Quintana Roo, dijo que ente el incremento de la dependencia alimentaria entre ellos de la carne de cerdo, en el estado se le apuesta al aumento de la superficie cultivable de los granos.

Dijo que lo anterior es con la finalidad de que puedan abastecer el mercado de la península, sobre todo en Yucatán, en donde se tiene el mayor número de vientres, lo que permitiría brindar mejores precios de oportunidad en la engorda de los cerdos.

Tan sólo en el estado, se incrementará la producción de sorgo en 6 mil hectáreas y en 10 mil la de maíz con lo que “contribuiremos al buen desarrollo de esta industria que ha sido abandonada desde hace 12 años”.

Ante dirigentes, productores e industriales del ramo, destacó que la contribución que se hará por parte del gobierno del estado permitirá la posibilidad de incrementar la producción nacional de carne de cerdo de buena calidad, no sólo para satisfacer la demanda nacional sino sobre todo la apertura de nuevos mercados en la exportación.

“Seguir creciendo a nivel nacional en todas las regiones productoras de cerdo para poder satisfacer esa demanda nacional que es muy importante y también para satisfacer la demanda de carne de cerdo en otros mercados del exterior, como son China, Corea, Japón, en donde la carne de cerdo se cotiza en buenas condiciones”.

Durante la clausura del Encuentro el gremio de productores e industriales de la porcicultura informó que en breve presentarán al gobierno federal un programa integral que contiene los principios y condiciones de inyección de capital y ampliación de la infraestructura para reactivar la producción e industrialización de carne de cerdo y sus derivados.

El presidente de la Confederación de Porcicultores Mexicanos, Rigoberto Espinosa Macías, señaló la urgencia de un cambio de la política gubernamental orientada a reactivar la producción y la industria de la porcicultura; impulsar de manera sostenida la producción de carne de cerdo y abatir importaciones de esta especie que, por ahora se presentan como la principal limitante para el desarrollo de la actividad.

Señaló el compromiso, de parte de los productores, de canalizar por lo menos mil 200 millones de dólares anuales en infraestructura y promoción del consumo y abasto del mercado nacional; aprovechar a su capacidad las instalaciones y explotaciones ahora subutilizadas; formar alianzas gobierno- productores e industriales de esta rama para conquistar en particular el alto potencial de demanda de alimentos que ofrecen los países asiáticos.

En cuanto a empleo, destacó que en la cadena de producción, transporte e industrialización, se establecerán las condiciones para crear hasta un millón 800 mil empleos en la porcicultura. Esto, aclaró, sin considerar los empleos indirectos que se generarán en la parte de empresas alimentadoras de insumos para la industria pecuaria y en cuanto a exportaciones.

A través del Plan Nacional de Porcicultura, que formará parte del Plan Nacional de Desarrollo, los porcicultores tienen la certeza de que se pondrá fin a la emigración de millones de mexicanos que, por falta de empleos y oportunidades laborales, huyen a Estados Unidos o se trasladan a los centros poblacionales del país.

Se establece el compromiso de parte de los productores de carne de cerdo, de aumentar el procesamiento industrial de carne en las mejores condiciones de calidad y sanidad, a través de una red de plantas industriales distribuidas en el país, cerca de las piaras, para el empaquetado y traslado inmediato a los centros de consumo.

“Tenemos que acercarnos a los consumidores, para que tengan la certeza de que, detrás de un platillo hecho con carne de cerdo, hay un trabajo muy serio y una cadena de trabajadores que concurren en la actividad para ofrecer lo mejor en calidad y sanidad”, dijo Espinosa Macías.

Destacó que los productores nacionales de carne de cerdo tienen muchas ventajas comparativas respecto del producto importado: primero, que nosotros ofrecemos productos absolutamente frescos, no congelados, precios atractivos para el mercado, sanidad comprobada y respaldada por las instituciones de sanidad del país.

Asimismo, la carne mexicana se diferencia de la importada por el hecho de que, la traída del exterior, tiene meses de congelada, por lo que su calidad no es la misma y, se dan casos de que la carne que se importa está a punto de caducar, de manera que los mexicanos no debemos exponernos a sufrir posibles intoxicaciones