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Cancún, Q. R.- La porcicultura nacional es capaz de aumentar niveles de producción y productividad como lo demanda la población del país, pero se requiere financiamiento con tasas preferenciales, regular importaciones de carne y mantener condiciones sanitarias para tener acceso a mercados internacionales, resaltaron dirigentes nacionales y regionales de esta rama pecuaria.
Ante Enrique de la Madrid Cordero, representante del Presidente electo Enrique Peña Nieto, los representantes del sector expresaron sus inquietudes.
Los productores de cerdo, por conducto de su presidente Rigoberto Espinosa Macías, y Carlos Ramayo Navarrete del comité de organización del XI Encuentro Nacional de Porcicultura, demandaron del próximo gobierno estrategias de política de impulso a la actividad con nuevas inversiones y seguridad en la comercialización, pero, sobre todo, cumplimiento de compromisos.
El sector porcícola ha sido mermado por importaciones de carne congelada de varios meses en un volumen de 811 mil toneladas solamente en 2011, lo cual equivale al 60 por ciento de las necesidades de demanda. Así, dijeron los dirigentes, México se convirtió en el primer receptor de piernas de cerdo y otros cortes especiales de la Unión Americana, lo cual consideraron como una competencia desleal de instituciones del gobierno federal, por la flexibilidad en las normas de calidad y de sanidad.
Si bien el mercado nacional de carne de cerdo es creciente y ofrece ventajas comparativas de sanidad, frescura del producto y calidad reconocida mundialmente, hacen falta estímulos de programas para detonar inversiones sin recurrir al exterior. Por estas carencias, apuntaron, se dejaron de invertir más de 1,200 millones de dólares; se perdieron un millón 200 mil empleos en esta actividad, mientras que el padrón de productores se redujo a una tercera parte, solamente en los últimos doce años.
Establecieron el compromiso de que, en los próximos seis años, se podrá recuperar el ritmo de producción y productividad a precios competitivos, apertura de nuevos mercados internacionales, particularmente asiáticos donde se tiene gran capacidad de compra y preferencia por la calidad y sanidad de México.
Exigieron créditos de mediano y largo plazos con tasas de competencia y lealtad en las relaciones de intercambio comercial de parte del gobierno. “Lo demás, lo hacemos nosotros. Somos de los mejores productores del mundo”, afirmaron.
Por su parte, el representante del Presidente electo, Enrique Peña Nieto, manifestó el interés del nuevo mandatario por voltear la cara al desarrollo del campo mexicano y al sector pecuario que en la actualidad es deficitario en muchas ramas, y reconoció que la falta de políticas públicas a favor del sector primario, al reconocer que actualmente se importa el 61.55 por ciento de la demanda de maíz; el 70 por ciento de arroz y 90 por ciento de oleaginosas.
Destacó que México está llamado a convertirse en un país realmente desarrollado, y manifestó su confianza de que en los próximos seis años el Presidente Peña Nieto ubicará al país en esa ruta.
El trabajo de transición del gobierno federal ha sido intenso, añadió. Se realizan muchas reuniones con representantes gubernamentales a fin de hacer un diagnóstico real sobre los sectores productivos y económicos del país. Se trabaja en propuestas para someterlas a consideración del licenciado Peña Nieto.
Estuvieron presentes el presidente electo del Consejo Nacional Agropecuario, Benjamín Grayeb Ruiz, el representante del gobernador Roberto Borge Angulo, señor Orlando Bello, Luis Osorio Chong, presidente de la Unidad Nacional Veterinaria; Ernesto Fernández Arias, Subsecretario de Alimentación y Competitividad de SAGARPA; y José Miguel Cordero Mora, presidente de la Organización Iberoamericana de Porcicultura, y también asistieron representantes de diez países de América Latina y el Caribe, entre ellos Brasil, Cuba, Venezuela, Ecuador, Colombia. De Europa asistieron de España y Portugal.
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