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El Jurado Calificador de los trabajos sobre temas de acuacultura presentados en la Tercera Reunión Nacional de Innovación Acuícola y Pesquera otorgó, por unanimidad, un reconocimiento a la investigadora del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA), Genoveva Ingle de la Mora, por su trabajo sobre los significativos niveles de crecimiento que puede alcanzar la trucha dorada (Oncorhynchus chrysogaster) en cultivo, lo que la convierte en una especie con potencial acuícola.
Ingle de la Mora detalló que logró que esta especie nativa del sur de la Sierra Madre Occidental registrara tasas de crecimiento importantes y similares a los obtenidos con la trucha arcoíris.
Destacó que la trucha dorada se colectó en lugares donde el agua presenta condiciones adversas del agua, por lo que se considera que es la especie de salmónicos que responde mejor a los impactos del cambio climático.
Explicó que tras 255 días de período experimental, con un lote de más de cinco mil juveniles –que incluyó la evaluación de la calidad del agua, dotación de alimento extruido (seco) con alta proteína y medición periódica de talla y peso de los organismos— se logró que éstos adquirieran peso y talla comercial en breve tiempo.
Añadió que el desempeño en el crecimiento de la trucha dorada, derivado de la tecnología de cultivo desarrollada por el INAPESCA, que incluye el proceso de alimentación, hace que esta especie sea atractiva para los truticultores, debido al alto rendimiento que puede alcanzar y la pronta recuperación de sus inversiones.
Refirió que investigadores del Instituto Nacional de Pesca, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialistas del centro acuícola Guachochi, Chihuahua (perteneciente a CONAPESCA), luego de cinco años de estudios, corroboraron la existencia esta trucha (Oncorhychus chrysogaster) que habita en la parte alta de los ríos Sinaloa y Culiacán.
Abundó que de acuerdo con los análisis realizados a los organismos durante su desarrollo bajo diferentes niveles de temperaturas, se pudo constatar que la trucha dorada de origen silvestre puede adaptarse a las condiciones climáticas y de cultivo, aceptar alimento balanceado y crecer hasta alcanzar talla y peso comerciales (29 centímetros y 330 gramos) en poco tiempo, lo cual permitirá incrementar la producción y garantizar su disponibilidad en el mercado.
Cabe señalar que Genoveva Ingle es investigadora líder del desarrollo de biotecnología (fotoperiodo) para el cultivo de trucha arcoíris (proyecto que inició en granjas acuícolas del estado de México), procedimiento mediante el cual se logró la reproducción de esta especie fuera de su período regular (entre octubre y febrero).
Esta técnica se aplicó a reproductores de trucha dorada, “logrando con esto acelerar el proceso de domesticación de la especie, con lo que se puede producir hasta dos veces en el año y aumentar su disponibilidad en el mercado”, enfatizó.
En el tema de pesca el investigador de la Unidad Multidisciplinaria de Investigación, de Sisal, Yucatán, perteneciente a la UNAM, Carlos Rosas Vázquez, obtuvo reconocimiento por su trabajo: “Evidencias que demuestran cómo las condiciones oceanográficas de la Península de Yucatán, modulan el ciclo reproductivo del pulpo (Octopus maya)
Es de resaltar que el Jurado Calificador de los trabajos (127) expuestos en la Tercera Reunión Nacional de Innovación Acuícola y Pesquera lo integraron científicos de instituciones de educación superior, centros de investigación e instituciones del sector público, como la Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), Universidad del Mar de Oaxaca, Universidad Veracruzana, Universidad Autónoma del Estado de México y Instituto Tecnológico de Boca del Río, entre otras especializadas en pesca y la acuacultura.
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