produccion-jitomateExiste en el mundo la necesidad de producir alimentos para una población creciente que demanda bienes del campo y mar todo el año en independencia de la estacionalidad. Ante factores climáticos que condicionan la producción en una superficie cada vez menor, la modalidad de agricultura protegida forma parte de la modernizaci ón del campo, no solamente por implicar el control de los factores externos, sino por el aumento en los rendimientos y el mejor aprovechamiento de los insumos, ya que permite incrementar la oferta y disponibilidad sin presionar adicionalmente al territorio agropecuario.

 

De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de Agricultura Protegida (SIAPRO), existen en el país 16 mil 368 unidades de producción de este tipo con un promedio de dos instalaciones interiores (1.8). Con 90% de avance en la actualización a 2011, tres de cada cinco instalaciones (60.3%) se encuentra en operación.

Oaxaca (12.3%) e Hidalgo (11%) concentran una de cada cuatro unidades de producción y sumados con el Estado de México (9%), Chiapas (8.6%) y el Distrito Federal (8.3%) representan la mitad. Puebla (7.7%), Tlaxcala (5%), Jalisco (4.4%) y Michoacán (4%) constituyen el segundo bloque con mayor número de unidades con agricultura protegida: en conjunto aportan la quinta parte.

Tres quintas partes de la actividad nacional de agricultura protegida se realiza en invernaderos (63%); el resto se lleva cabo en cinco tipos adicionales de instalación: macro túnel (11%), casa sombra (10%), micro túnel (5%), techo sombra (5%) y pabellón (3%). Casi la mitad de la superficie destinada a este modelo es propiedad privada (47%); la propiedad ejidal asciende a 28% y la comunal a 11 por ciento. En general, el estado de las instalaciones es excelente o bueno (52%); una de cada diez construcciones (8%) se encuentra en malas condiciones.

El jitomate es producto por excelencia en la agricultura protegida, con presencia en la mitad de las instalaciones. Otros cultivos sobresalientes son la rosa (7%), el pepino (6%) y el chile pimiento con (4%). En los casos de jitomate y pepino, el rendimiento promedio se triplica al comparar la producción a cielo abierto con la controlada; en el de pimiento se genera 26% más por hectárea; y en el de rosa, el aumento equivale a 3% en promedio.

El mercado de los cultivos generados por el régimen de agricultura protegida tiende a crecer no sólo por sus magníficos rendimientos, decididamente mayores a los que arroja la agricultura tradicional, sino porque se acerca al ideal de toda práctica agrícola: producir más con menos. Una opción interesante para el sector agroalimentario en México es apoyar y conocer las bondades de esta forma de producción, interesante apuesta ante los fenómenos meteorológicos y abastecimiento de insumos. Un buen rendimiento no es producto de la suerte, sino del trabajo y las decisiones correctas