conapesca-impulsaLa adopción de vedas ha contribuido en años recientes a aumentar la producción de importantes pesquerías como pulpo, curvina, charal, erizo, langosta, abulón, almeja, ostión y camarón, entre otras.

La restricción temporal de captura contribuye a que el aprovechamiento de los recursos pesqueros, que son la fuente directa de ingresos para alrededor de 250 mil pescadores, se ll eve a cabo de forma sustentable.

La aplicación de vedas temporales en estados costeros y en cuerpos de agua interiores han contribuido de forma importante a que en los últimos cinco años se haya incrementado la producción pesquera de nuestro país en más de 37 mil toneladas y a promover el aprovechamiento sustentable de los recursos, que son la fuente directa de ingresos para más de 250 mil pescadores, informó la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA).

 

Los Acuerdos de Veda tienen como objeto proteger a los organismos en periodos importantes de su ciclo de vida, principalmente durante el de mayor actividad reproductiva y, de esa manera, contribuir a que se mantenga un número suficiente de organismos que al crecer y reproducirse pueda renovar la población que será aprovechada posteriormente y generará beneficios sociales y económicos.

El organismo federal precisó que los efectos positivos de las restricciones temporales de pesca se han reflejado en una mayor producción de pulpo, curvina, charal, erizo, langosta, abulón, almeja, ostión y camarón, entre otras pesquerías.

Especies sobre las que se aplican vedas como el camarón, atún, langosta y abulón, tiene especial relevancia por su alto valor comercial y buen desempeño en el mercado mundial,  señaló el organismo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).

Subrayó que entre los crustáceos, tan sólo el camarón contribuye con cuatro de cada 10 dólares. El 90 por ciento de su exportación tiene como destino Estados Unidos, mercado que representa alrededor de 300 millones de dólares.

Otras de las especies que tienen gran demanda en el mercado exterior y por su manejo sustentable le dan un prestigio internacional a la pesquería mexicana son el abulón y la langosta roja del Pacífico. El 90 por ciento de la producción de ambos productos se exporta, precisan cifras de la CONAPESCA.

La Comisión detalló que las vedas son instrumentos regulatorios efectivos que contribuyen a desarrollar el potencial pesquero nacional a cargo de 16 mil 679 unidades de producción, de más de 45 mil productores y de más de 118 mil trabajadores, que en conjunto generaron en durante 2010 un ingreso superior a los nueve mil millones de pesos

En el país se cuenta con más de 300 especies de pescados y mariscos comestibles, de las cuales, aproximadamente 200 son consumidas regionalmente y alrededor de un centenar tienen una amplia distribución comercial en mercados nacionales e internacionales.

Vedas en la extensión territorial: Durante 2010, en el territorio nacional se aplicaron vedas temporales en las 17 entidades costeras para proteger un número importante de especies como abulón, almeja Catarina, atún, curvina, golfina, erizo rojo, lisa, liseta, ostión, bono, caracol, mero, pulpo, robalo y camarón, entre otros.

Algunas especies acuáticas –como tortugas de agua dulce, tiburones, totoaba y mamíferos marinos, entre otros— se encuentran en veda permanente por lo que está prohibida su captura o aprovechamiento durante todo el año.

Las vedas apoyan lo establecido por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), ya que plantea que las pesquerías deben promover la protección de los recursos vivos y sus ambientes acuáticos, así como de las áreas costeras.

Junto con las vedas resulta efectivo poner en marcha medidas de ordenamiento con el fin de asegurar que el esfuerzo de pesca sea proporcional a la capacidad de producción de los recursos pesqueros y promover el aprovechamiento sostenible de los mismos.