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Roma, - Mientras que una frágil paz se asienta en Côte d’Ivoire tras meses de grave inestabilidad política, hay que apresurarse a salvar la próxima temporada de siembra de arroz y maíz que comienza con las primeras lluvias que llegan ahora a las regiones del oeste y el norte del país.
En el contexto de una situación de seguridad todavía precaria, la respuesta de la FAO incluye el suministro de semillas, aperos y fertilizantes para cerca de 12 000 familias campesinas tanto en Côte d’Ivoire como en Liberia. Las distribuciones se realizarán en los próximas días en aldeas que albergan a refugiados y personas desplazadas.
Ayudar a las familias: Se calcula que un millón de personas se han desplazado en el interior de Côte d’Ivoire y hasta 150 000 han huido a Liberia, ejerciendo una enorme presión sobre los magros recursos de las aldeas que les acogen. La FAO confía en que su ayuda llegue tanto a las familias anfitrionas como a sus huéspedes, para evitar futuras tensiones y dificultades.
”Los alimentos que sirven para cubrir la temporada de carestía, hasta la próxima cosecha, no se han almacenado como se hace habitualmente, por lo que no serán suficientes”, advirtió Luc Genot, Coordinador de Emergencias de la FAO en Côte d’Ivoire.
“Además, se está sometiendo a presión el suministro de alimentos de las familias debido al creciente número de desplazados por el conflicto en las zonas rurales. A menos de que se ayude a estas personas a plantar ahora, van a necesitar ayuda alimentaria durante muchos meses”, añadió Genot.
Cultivos abandonados: La amenaza existente ante la estación de lluvias sigue a la pérdida de gran parte de la última cosecha, que terminó el pasado enero. Las familias campesinas o no tuvieron tiempo para recolectar o vendieron sus cosechas a precios de saldo antes de marcharse, con el objetivo de conseguir algo de dinero en efectivo para el viaje.
La violencia, la escasez de combustible y los cortes en las carreteras han limitado el transporte de insumos en el país, creando escasez de semillas y fertilizante.
Diez años de dificultades: Los recientes disturbios en Côte d’Ivoire siguen a diez años de inestabilidad política que ya han pasado factura a la población y la seguridad alimentaria en un país cuya agricultura era una de las más importantes a nivel económico en África occidental.
La intervención de la FAO para levantar esta temporada de siembra ha sido financiada por ahora por el Fondo central para emergencias de la ONU y con sus recursos propios. La FAO pidió inicialmente 4,25 millones de dólares EE.UU. a la comunidad internacional dentro del llamamiento de Naciones Unidas para la agricultura en Côte d’Ivoire, y seis millones de dólares para Liberia.
La organización de la ONU necesita estos fondos con urgencia para poder continuar sus operaciones a ambos lados de la frontera.
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