jimenez-merino4México, D.F. Con la finalidad de tener una vigilancia rigurosa relacionada con los precios, pesos y medidas aplicados en la comercialización de los productos agropecuarios, la Cámara de Diputados aprobó establecer los lineamientos  que permitan conocer los costos de producción para evitar su manipulación, aseveró el Coordinador  del Sector Agrario de la bancada priísta, Alberto Jiménez Merino.

Dictamen que exhorta a los titulares de la Secretaría de Economía y de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) a establecerlos conjuntamente con las autoridades competentes, en particular con la SAGARPA, “para facilitar datos a los consumidores de dichas mercancías, debido a los incrementos de precios, principalmente los de la canasta básica de las familias mexicanas.”

Señaló los productos comercializados de manera directa, no cuentan con un criterio particular para establecer un parámetro entre el precio máximo y mínimo en el que se venderán, debido a que se fijan a través de la simple aplicación de la oferta y la demanda, “un día cualquiera llegan los productos a la central de abasto de la Ciudad de México, y en función de la cantidad de producto es como se establece el precio, es decir, ante la abundancia el precio es bajo y ante la baja disponibilidad se incrementa.” En ese tenor los productos agrícolas no son considerados en el conjunto de variables financieras. Sin embargo, enfatizó, el costo total suma todos los factores de la producción: tierra, semillas, trabajo, recursos naturales y tecnológicos, pero al establecimiento del precio final se suman otros elementos, entre los que se encuentran: el transporte,  almacenamiento y comercialización, mismos que  superan el costo de producción y son los que en última instancia elevan los precios a los consumidores.

No existe una vinculación directa que permita regular de manera adecuada el incremento de los precios, derivado del costo de circulación de los productos, se continúa  privilegiando a los grandes capitales, dejando en el rezago a los productores del campo, quienes, en algunos casos, pierden su cosecha debido a lo costoso que resulta trasladar su producto al mercado, subrayó.

“Son las grandes corporaciones las que se benefician en mayor cuantía de esta situación, ya que, con el objetivo de obtener un margen mayor de ganancia, manipulan el contexto a fin de obligar al productor a vender su producto en un nivel menor, que en ocasiones, llega a estar por debajo del costo del mismo, lo que se traduce en una pérdida económica que afecta a las familias agricultoras.”

No se conocen los costos de producción agropecuarios, lo cual ocasiona discrecionalidad en su venta, afectando especialmente a los productos de mayor demanda y que integran la canasta básica, es necesario contar con un tabulador que establezca los precios máximos y mínimos de los productos provenientes del sector primario, es una obligación que debe cumplir el Estado, acentuó el legislador poblano.

Puntualizó que el sector agrícola es un elemento fundamental para el desarrollo económico de México, tanto por su contribución al empleo como por su aportación al PIB nacional, por ello “es necesario contar con estudios que permitan conocer los costos de producción de los productos agropecuarios y alimenticios que más demanda la población”.