El 16 de octubre,  Día Mundial de la Alimentación, el mensaje global fue: “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también”. Uno de los mayores problemas relacionados con el cambio climático es la seguridad alimentaria. Las personas más pobres del mundo son más afectados por las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados con el clima.

Asimismo, la población mundial crece, y para 2050 se espera que llegue a 9,600 millones de personas, para cubrir una demanda tan grande, los sistemas agrícolas y alimentarios tendrán que adaptarse a los efectos adversos del cambio climático y hacerse más resilientes, productivos y sostenibles.

Cultivar alimentos de manera sostenible requiere adoptar prácticas para producir más con menos, usar los recursos naturales de forma juiciosa, reducir la pérdida de alimentos través de una serie de iniciativas, que incluyan una mejor recolección, almacenamiento, embalaje, transporte, infraestructuras y mecanismos de mercado, así como marcos institucionales y legales.

La SAGARPA, da respuesta a las citadas demandas, a través de sus componentes, por ejemplo el de Desarrollo Comercial de la Agricultura Familiar, que está orientado a familias en condiciones de pobreza de las áreas rurales periurbanas y urbanas del país, con especial atención a mujeres que pretendan dedicarse a la producción de alimentos.

Sabías que... 

Más de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia. Esto supone alrededor de 1,300 millones de toneladas anuales.