RANA TORO

Como parte de la política federal de incentivo a la producción acuícola y pesquera sustentable, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) impulsa la ranicultura, actividad que representa una alternativa de producción y un mercado viable. A partir de la integración productiva de esta especie, se obtiene carne de rana y otros subproductos, como piel, harina, aceite e hígado, los cuales presentan cada vez mayor demanda, tanto en México como en el extranjero. En el territorio nacional, la producción de la rana sapo ofrece ventajas

para ser explotada comercialmente de forma intensiva, debido a su rápido ciclo de reproducción y a que incrementó su demanda en los mercados internacionales, refirió la Coordinación General de Operación y Estrategia Institucional de la CONAPESCA.
Destacó que en el Centro de Investigación y Desarrollo, situado en Michoacán, tiene sede el proyecto Sistema Producto Rana Michoacán A.C., que estableció unidades de producción acuícola para el cultivo de rana toro. Este modelo se caracteriza por requerir infraestructura práctica en poco espacio.
Paralelamente a este esquema, se fomenta el consumo de carnes saludables y se contribuye a mitigar los problemas alimentarios como obesidad y desnutrición, así como los ambientales de sobreexplotación pesquera en la entidad, subrayó.
El Programa de Producción Ranícola y la práctica de esta actividad permitirán que el paquete tecnológico ya desarrollado se pueda adecuar con diferentes variables para ser puesto en marcha en distintos tamaños, desde una granja de tipo familiar, y/o de autosustento, hasta de tipo comercial.
Entre las características de la carne de rana destaca la aceptación que tiene por su sabor y que es un producto de fácil digestión, excelente calidad proteínica y sin contenido graso, explicó la presidenta del Sistema Producto Rana Michoacán, Larisa Méndez Bejar.
Refirió también que la carne de rana es un agente terapéutico que permite combatir el colesterol e hipertensión, así como un producto eficiente en trastornos intestinales.
La rana toro es originaria de Norteamérica, donde a partir de la década de los 50 del siglo pasado se comenzó a criar de manera rústica para su comercialización y se inició su exportación hacia diferentes países, como Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador y Uruguay, entre otros.
Los japoneses desarrollaron el proceso de explotación intensivo y los brasileños lo realizaron en instalaciones de granjas porcinas desocupadas, donde comenzó la producción a partir de la integración de esquemas asociativos con apoyos gubernamentales.
La explotación comercial de rana toro inició en la década de los años 80 en Brasil, a través del sistema de producción anfigranja o confinamiento total, el cual fue imitado por otros países.