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- Categoría: AGRARIAS
El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, anunció reformas para el campo durante la 30 Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario y Entrega del Premio Nacional Agroalimentario, que tuvo lugar en esta ciudad. En esta reunión a la que asistieron el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Gobernadores de distintas entidades del país, presidentes y dirigentes de distintos organismos empresariales y organizaciones, especialmente vinculadas al sector agroalimentario
de nuestro país recordó que en diciembre de 2012 durante la 29 Asamblea General Ordinaria, había expresado que la reactivación del campo sería una de las mayores prioridades del Gobierno de la República y en este contexto puntualizó:
“A prácticamente un año de distancia, puedo decirles que hemos sumado esfuerzos para que, siguiendo recomendaciones de distintos organismos internacionales, entre ellos la FAO, haya más alimentos de origen nacional en la mesa de los hogares del país y más productos agroalimentarios de México en el mundo.
Hemos puesto en marcha una política agroalimentaria nacional, cuyo principal objetivo es lograr una mayor producción de alimentos, a partir de una mayor productividad.
Estamos decididos a aumentar la capacidad productiva de todos los productores del campo, independientemente de su tamaño o de la región donde trabajen.
Y no sólo eso. También queremos respaldarlos en la generación de ingresos a partir de un mayor apoyo para agregarle valor a su producción y facilitar su comercialización en los mercados nacionales e internacionales.
A fin de conciliar mayores ingresos para los productores y mejores precios para los consumidores del país, la clave está en la productividad agroalimentaria.
En este sentido, hemos asumido dos compromisos estructurales:
El primero. Pasar de los subsidios a los incentivos productivos. Estamos transitando de un enfoque asistencialista, a una visión moderna del campo mexicano.
Y segundo. Estamos implementando políticas públicas diferenciadas, a fin de apoyar con mayor eficacia tanto a los productores de autoconsumo, que laboran en la agricultura de subsistencia, como a quienes se dedican a la agricultura comercial con mayor potencial de crecimiento.
A partir de estos cambios de fondo, podremos lograr metas concretas, como las siguientes:
Aumentar la participación de productos mexicanos en el consumo nacional.
Elevar la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto de nuestro país, agropecuario y pesquero.
Lograr una balanza comercial agroalimentaria superavitaria hacia el final de la Administración.
Y modernizar e incrementar la superficie de riego de nuestro país.
Con el propósito de alcanzar estas metas, la política agroalimentaria del Gobierno de la República contempla las siguientes estrategias para elevar la productividad del campo:
Primera. Respaldo a los pequeños productores.
La fragmentación del campo mexicano en pequeñas parcelas es una realidad que no podemos soslayar o ignorar.
Por ello, trabajamos para que los pequeños y medianos propietarios eleven su producción y mejoren sus ingresos, a partir de una mayor certeza jurídica de la tenencia de la tierra, y esquemas de asociación como los clústers de agronegocios, empresas integradoras o la agricultura por contrato.
Complementariamente, se está transformando el PROCAMPO en el nuevo Proagro Productivo, que entregará apoyos diferenciados y, sobre todo, vinculados a la productividad de nuestro país.
Segunda estrategia. Incrementar la disponibilidad de fertilizantes mexicanos.
Actualmente, y esto quienes producen en el campo lo saben muy bien, sólo 15 por ciento de los fertilizantes que se utilizan en el país son de origen nacional.
Más grave aún es que gran parte de los productores no tienen acceso a ellos por su elevado costo.
Tercera estrategia. Facilitar el uso de semillas mejoradas y asegurar la sanidad de los alimentos.
Con este fin, mejoraremos el control sobre el origen y la calidad de las semillas que se utilizan en el campo mexicano.
Queremos que éstas tengan el mayor rendimiento posible, que sean más resistentes a plagas y enfermedades, y cuenten con elevado contenido nutricional.
Cuarta estrategia. Incrementar el riego en todo el país.
La productividad de un campo con riego tecnificado es cuatro veces mayor que la de uno de temporal. Por ello, durante esta Administración se están realizando importantes esfuerzos para modernizar e incrementar la superficie de riego en el territorio nacional.
Quinta estrategia. Mayor crédito y servicios financieros para el campo.
Actualmente menos de 10 por ciento de las unidades productivas del país tiene acceso a crédito. Debido a ello, afrontan serios problemas para modernizarse y elevar su producción.
La Reforma Financiera, que confío sea aprobada en breve, permitirá la actualización de la Banca de Desarrollo del sector agroalimentario para brindar crédito oportuno y a tasas competitivas, así como garantías adecuadas.
De manera complementaria, se incentivará el establecimiento de una Banca especializada regional, de carácter privado y de una bolsa mexicana agroalimentaria de futuros y físicos que el país necesita y demanda.
Sexta estrategia. Sincronizar la oferta y demanda de productos agropecuarios.
En el campo, como el Presidente de este Consejo hace un momento lo refiriera en el claro y preciso diagnóstico que hizo de la condición que tiene nuestro país y de la gran oportunidad que tiene México para realmente ser un gran productor de alimentos para el mercado nacional y para el mundo entero, el campo vive una paradoja, ya que una mayor producción no necesariamente se refleja en mayores ingresos para quienes se dedican a él y tampoco se traduce en precios más bajos para los consumidores finales.
Para resolver este problema es indispensable trabajar en el adecuado funcionamiento de los mercados agropecuarios y tomar medidas para equilibrar la demanda y oferta de alimentos.
Y, finalmente, una séptima estrategia es contar con un moderno marco legal para dinamizar el sector agroalimentario de nuestro país.
Quiero compartirles que el Gobierno de la República está determinado a impulsar el próximo año una gran reforma del agro mexicano.
Con el respaldo de los Legisladores, actualizaremos y simplificaremos las leyes relacionadas con el campo y la industria agroalimentaria.
Queremos poner al día las normas y reglamentos del sector, para incentivar las inversiones, generar más empleos y elevar su productividad.
Con base en el diálogo y la corresponsabilidad entre el Gobierno de la República y las organizaciones campesinas de productores y, desde luego, de emprendedores, como ustedes, construiremos los acuerdos necesarios para la transformación integral del sector rural. Con su apoyo, elevaremos la productividad.
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