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La tecnología de riego conocida como “Lluvia Sólida” es una gran oportunidad para que los productores potencien y aseguren el éxito de sus cultivos y además “puede salvar del hambre a la gente”, afirmó el delegado de la SAGARPA, Alberto Jiménez Merino. Al participar en la conferencia “Lluvia Sólida”, impartida en el Colegio de Postgraduados Campus Puebla, el funcionario destacó la labor del investigador Jesús Rico Velasco, desarrollador de esta tecnología, quien la ha llevado ya a varios países de Latinoamérica y Asia.
La lluvia sólida consiste en la captación de precipitaciones pluviales que son solidificadas a través de polímeros súper absorbentes, lo que permite almacenarla, para luego sembrarse en los cultivos, lo que les garantiza la humedad suficiente para su desarrollo y potencia su productividad en más de 200 por ciento, en algunos casos.De esta manera, los productores no deben esperar las lluvias para obtener buenas cosechas, pues con esta lluvia solidificada en gel, en unidades parecidas a perlas, se mantienen húmedas las raíces de las plantas y el material, que es inocuo para los cultivos, la tierra y los frutos, se recarga con la llegada de más precipitaciones.
El ciclo útil de los polímeros súper absorbentes es de entre 8 a 10 años, y luego se desechan de manera natural, como un grano de arena más en los terrenos, sin causar ningún daño.
Cosechas garantizadas:Con la lluvia sólida, recalcó el investigador Jesús Rico Velasco, “no se pierden las cosechas aunque deje de llover… Comercialmente lo llamamos silo de agua, almacén de agua, y químicamente es poliacrilato de potasio”.
El material “va a absorber el agua y va a ceder la humedad a la planta, y eso va hacer que el agua que solidificamos, que capturamos, se vaya consumiendo y vuelve a quedar en polvo. Vuelve a recibir agua y se vuelve a llenar… así, hasta por 8 o 10 años”.
El material, apuntó el especialista, no forma lodos ni charcos, “lo único que hace es retener la humedad en torno de las raíces y, finalmente al paso de los años, se incrusta con las sales del agua y se forma un granito de arena, perdido en la tierra, sin causar daño ni a la tierra, ni a las plantas, ni a los frutos”.
Se coloca la cantidad necesaria de los polímeros súper absorbentes, para que dure “de lluvia a lluvia, porque ya no se va a poner más agua líquida y la humedad que consume la planta se recarga” cuando llegan las precipitaciones pluviales, detalló el desarrollador de la tecnología, Jesús Rico Velasco, quien la ha llevado no sólo a varios estados de México, sino también a países de Centroamérica y Asia, por mencionar algunos.
Año seco: En tanto, tras la ponencia organizada por la Delegación de SAGARPA en Puebla y el Colegio de Postgraduados, Alberto Jiménez Merino recordó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha pronosticado que este 2013 será un año seco, por lo que es importante que “de una vez vayamos viendo qué vamos a sembrar, cómo lo vamos a sembrar, cómo vamos a aminorar los impactos de la sequía… cuáles son las especies y prácticas resistentes a la sequía… Estemos preparados, y la lluvia sólida es una opción”.
“La lluvia sólida –agregó Jiménez Merino– puede salvar del hambre a la gente, lo podemos ver en estas demostraciones. A nombre de la SAGARPA puedo decir que nosotros estamos muy orgullosos de que haya inventores, innovadores, como Jesús Rico Velasco, buscando soluciones al problema de la sequía, al problema del abasto de agua”.
El funcionario federal consideró que en el campo hay muchos productores que dudan de las bondades y efectividad de las nuevas tecnologías, por lo que el gobierno que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto, a través de la SAGARPA, cuyo titular es Enrique Martínez y Martínez, se encargará de darlas a conocer, a través de acciones y programas.
“Yo digo que hay muchos Santo Tomás en el campo, ‘hasta no ver no creer’, y tienen razón porque no pueden arriesgar su poquito patrimonio, su poquito capital, pero si los ayudamos nosotros, a través de los programas, a través de las acciones, para que conozcan la tecnología que está disponible y puedan elegir la que más les convenga, estaremos contribuyendo de manera muy importante a encontrar soluciones”.
Tecnología de riego: Jesús Rico Velasco explicó, luego de su ponencia, en una demostración práctica a los estudiantes del Colegio de Postgraduados esta tecnología paso a paso, desde la cosecha del vital líquido hasta su siembra.
Describió que se trata de “una tecnología de riego, con la que queremos hacer conciencia de la importancia que tiene la lluvia, para cosecharla de todos los techos, de las chanchas de basquetbol, de las calles, de todos los lugares de los que podamos recibir la lluvia. Recibirla con cariño, con amor, para entender la importancia que tiene en nuestras vidas”.
“Cosechar esa lluvia, solidificarla con la tecnología que manejamos del uso de polímeros súper absorbentes, y una vez que tengamos la lluvia en sólido la podemos guardar en costales y almacenarla, para que cuando queramos empezar a sembrar ya tendremos el recurso humedad necesario para la germinación de las semillas.
“Preparamos nuestra tierra igual que siempre. Vamos a mezclarle la lluvia sólida y con esto ya tendremos la humedad necesaria para el crecimiento de las plantas”.
Rico Velasco destacó que sembrar la lluvia es una tecnología práctica y sencilla, porque así “no tenemos que esperar cuándo va a empezar a llover”, y se obtiene la cosecha, “sin una gota de riego”.
“Y cuando lleguen las lluvias –agregó– ya nuestras plantas crecieron, están en pleno desarrollo y lo que se haya consumido de humedad, se vuelve a recargar”.
Esta tecnología permite además que no haya estrés hídrico en el crecimiento de las plantas, la lluvia sólida genera una reserva de humedad en la raíz, “y no se pierden las cosechas aunque deje de llover”.
Potencia las cosechas: La lluvia sólida además, dijo Jesús Rico Velasco, permite potenciar las cosechas. Por ejemplo, en algunos lugares del estado de Jalisco, donde más se utiliza la tecnología, en vez de obtener 600 kilogramos de maíz por hectárea, se están consiguiendo 10 toneladas.
La lluvia sólida ya se utiliza en varios estados del país en la siembra de aguacate, maíz, manzana, café y próximamente se aplicará en Baja California, en los campos de uva, pero “se puede utilizar en todas las siembras”.
En Puebla se ha usado en plantaciones de árboles en el Periférico y en el Parque Bicentenario, en programas de reforestación. En Tlaxcala, para la siembra de magueyes.
En países como la India, se utiliza en palmeras de coco, algodón, mangos, frijol y cacahuate; en tanto, en Guatemala se ha utilizado para la plantación de café.
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