CIUDAD DE MÉXICO.-La Industria Avícola es una de las actividades pecuarias más dinámicas de México, con tasas de crecimiento superiores al dos por ciento anual durante los últimos dos años y representó el 37 por ciento del PIB Pecuario Nacional en 2019, señaló el secretario Víctor Villalobos Arámbula, durante su participación en el Congreso Nacional de Avicultura 2020.
Destacó que la industria avícola también es un consumidor importante de granos y oleaginosas, con una estimación de 11 millones de toneladas de granos forrajeros (maíz y sorgo, principalmente) y cerca de siete millones de toneladas de oleaginosas, lo que aporta al dinamismo de otros rubros de la agricultura.
En videoconferencia, el titular de Agricultura precisó que la contribución del segmento huevo a este dinamismo también es importante, toda vez que México es el principal consumidor de este alimento y su producción creció a una tasa de 1.8 por ciento anual (casi tres millones de toneladas).
Ante productores, especialistas y agroempresarios, el secretario Víctor Villalobos apuntó que la avicultura nacional tiene un componente de traspatio que brinda seguridad a millones de familias mexicanas para contar con una fuente de alimentos, con alto valor nutritivo, y una reserva económica para atender algunas necesidades.
El presidente de la Unión Nacional Avicultores (UNA), Juan Manuel Gutiérrez Martí, mencionó que este encuentro ayuda a que la familia avícola comparta experiencias y atienda tendencias en innovación, desarrollo tecnológico y mercados consumidores, con la encomienda de impulsar la productividad, competitividad y fortalecer acciones de sanidad e inocuidad.
Resaltó que el sector avícola aporta una tercera parte del PIB Agropecuario y parte de su éxito radica en su contribución en la alimentación de las familias mexicanas, por lo que su atención y un mejor desarrollo incide en la recuperación de empleos y estabilidad económica en el país.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega Valladolid, reconoció el rol que desempeña Agricultura en esta etapa de grandes retos, como el replanteamiento de acciones en el sector agroalimentario después de la pandemia y la aplicación de controles adicionales en las unidades productivas, en coordinación con las cadenas de suministro para no afectar el plan de abasto a la población.
Apuntó como asignatura pendiente la atención a los productores de pequeña escala, sin poner en riesgo a los medianos y grandes, lo que representa un llamado para estar unidos como sector porque, dijo, existen grandes oportunidades de crecimiento para la generación de empleos y divisas, con el efecto de incidir en la reducción de la pobreza en el país.