La sociedad mexicana hoy en día vive una descomposición y desorganización de los sectores que la conforman, "no existen formas democráticas que ejerzan orden", por lo que se vive el riesgo de caer en un régimen autoritario, señaló la doctora Alicia Tecuanhuey Sandoval, Investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez Pliego", de la BUAP.

La historia no es un proceso cíclico, y en el caso de México es una coincidencia que hayan ocurrido dos movimientos importantes para el país, la Independencia y la Revolución, a cien años de distancia. Por lo anterior, la Especialista recalcó que no es probable que ocurra un estallido social en 2010; aunque "existen motivos suficientes, como una crisis económica, no hay una crisis social y menos política".

Recordando las condiciones históricas que provocaron las revoluciones de 1810 y 1910, la doctora Tecuanhuey Sandoval explicó que, a diferencia de esos movimientos, hoy no hay grupos sociales activos, con capacidad de organización, un surgimiento de organizaciones y fermentos consistentes de un estallido social, siendo éstos, factores indispensables para un cambio social en la sociedad contemporánea.

"La crisis social no se está manifestando a través de una movilización ciudadana. El ambiente actual es propicio para la descomposición social, y para una desarticulación y pérdida de capacidad de los sectores sociales, sobre todo los inferiores, para encontrar fórmulas de solidaridad colectiva", destacó.

Cabe mencionar, dijo, que "la izquierda ha sido corresponsable en la situación en la que estamos, ha participado con resultados ineficaces, se comporta irresponsablemente en el sentido de no hacer conscientes a los ciudadanos -invitarlos a la política- siendo éste un recurso para presionar".

Advirtió, además, que la sociedad ha sido impactada por la modernidad y se vive un proceso de transición democrática que, aunque inacabado y contradictorio, es legítimo".

Al advertir que más que un estallido social, México camina hacia una descomposición que derivaría en un fortalecimiento del autoritarismo que favorecería la implantación de un régimen de derecha, la investigadora explicó que "alejarse de la barbarie supone desarrollar vínculos de solidaridad, formas asociativas flexibles en donde los ciudadanos además de satisfacer lo necesario para vivir, puedan recrear espacios de imaginación.

Eso, dijo, es preocupante porque son factores que no se hallan en la sociedad mexicana actual, y hace difícil resolver las vías de solución de los problemas en nuestro país", finalizó.