Suman  por  lo menos  cinco mil  hectáreas  sembradas de hortalizas  en la zona de Palmar de Bravo, las que todos los días son dañadas por el polvo que arroja la cementera de  la Cruz  Azul, además, las emanaciones dañan la salud de  la población.

Así  lo afirmó Maurilio Rosas Morales,  presidente de la  Asociación Ecológica  Eco Tuzuapan, dijo que a más de dos años  de haber iniciado operaciones la planta cementera,  sus directivos  no han hecho el menor intento  por cumplir lo convenios firmados con los productores y comunidades.

Aseguró que los miles de personas de la región dedicados a la producción de hortalizas en cada ciclo ven disminuidas   sus cosechas  ya que el fino polvo  va formando  una capa que  impide el desarrollo de las plantas, además de que se pierde  tamaño y calidad en el  fruto.


Señaló que mientras  los dueños de la  cementera obtienen  cientos de  millones de pesos por  la producción de cemento, la zona agrícola se ve seriamente afectada por la contaminación permanente.

Rosas Morales  afirmó que la zona de Palmar de  Bravo es la más importante del  estado  por el alto  volumen de producción que en  un porcentaje se destina a la exportación, aquí, aseguró, se generan miles de empleos, los que están en riesgo por la presencia de la cementera.

Indicó que  la empresa  realiza  su proceso  interno después de las doce de la noche cuando todos duermen, de modo  que pareciera que  no contamina, sólo hay que ver por las noches, aseguró,  la nube de  polvo que se crea durante varias horas mismos que caen en los cultivos,

Recordó que a más de dos años de la firma del convenio los directos de la empresa  no han cumplido uno solo de los compromisos como es  la construcción de  clínicas,  dos plantas de  tratamiento de aguas residuales y el monitoreo ambiental.

Afirmó que las comunidades han sido pacientes  con la empresa pero ante la negativa de cumplir compromisos ya se considera la fecha  para clausurar la planta ante  la indiferencia de las autoridades estatales que también firmaron el convenio.