Los habitantes de las zonas áridas se encuentran en la disyuntiva de recuperar su entorno y mantener sus actividades productivas, por lo que, el apoyo del gobierno y el trabajo conjunto, son la clave del éxito para lograr que se mejoren las condiciones de vida de sus pobladores y al mismo tiempo se conserve ese hábitat.

El principal promotor del desarrollo de las zonas áridas es la Comisión Nacional de las Zonas áridas (CONAZA), y por medio de apoyo financiero y técnico ha implementado las políticas públicas en materia de abastecimiento de agua para la agricultura y ganadería, además de la utilizada para consumo humano.

Uno de los más importantes proyectos de las CONAZA es el PRODEZA (Proyecto Estratégico de Desarrollo de las Zonas Áridas) cuyo eje central es mejorar la vida de los productores agropecuarios en localidades de alta marginación de zonas áridas y semiáridas de México.

Por otro lado, a través del componente Estrategia para la Conservación y Uso Sustentable de Suelo y Agua (COUSSA), el cual mediante el pago de apoyos y servicios a los productores rurales permite contar con proyectos que consideren el cálculo, diseño y ejecución de obras y prácticas para un aprovechamiento adecuado de suelo, agua y vegetación utilizados en la producción agropecuaria.

Parte del COUSSA es el Proyecto Estratégico Construcción de Pequeñas Obras Hidráulicas (POH) cuyo objetivo es apoyar la construcción de pequeñas obras de captación y almacenamiento de agua para su uso en la etapa de estiaje, o para el consumo doméstico en las localidades rurales que carecen de abasto permanente.

En las zonas áridas los principales proyectos que se apoyan, aunque numerosos y variados, están dirigidos básicamente a la producción agrícola y ganadera, explotación de recursos vegetales, mantenimiento y generación de infraestructura, conservación y recuperación de suelos.

Sabías que..

La Comisión Nacional de las Zonas Áridas (CONAZA), fue creada el 5 de diciembre de 1970.