El descuido y abandono en que autoridades de Medio Ambiente y la Comisión Nacional Forestal del “Parque Nacional Cofre de Perote” -estado de Veracruz- ha dado lugar a un grave problema fitosanitario por la presencia de una enfermedad en los árboles de pino, encino y oyamel: están plagados por un hongo microscópico de color amarillo-naranja  que se manifiesta en la cobertura total de los frutos de piña de miles de árboles, denunciaron dirigentes de Comisariados Ejidales e integrantes de la Asociación pro Defensa del Bosque del Cofre de Perote.

Se tiene el temor de que una superficie de más de 500 hectáreas afectadas, en poco tiempo dejen de ser reservorio de agua, de oxígeno y esparcimiento de decenas de comunidades y de visitantes amantes del montañismo. La deforestación implica el agotamiento de acuíferos que surten a más de 80 comunidades ubicadas en las “faldas” de la montaña.
Por otra parte, los bosques de coníferas del Cofre de Perote se han visto sometidos a un intenso “aprovechamiento hormiga” desde hace muchos años, en tanto que actualmente se ha intensificado la tala. A la luz del día y ante la complacencia de autoridades de todo tipo, bajan del Cofre camiones cargados con leña, “cuartón” y hasta trozo de diversos diámetros con dirección a la carretera que conduce al puerto de Veracruz.
Los habitantes de diversas comunidades de Rancho Nuevo, Los Pescados, El Escobillo, El Conejo, Justo Sierra, Tenextepec, sobre todo de la ciudad de Perote, están preocupados “porque nadie ha informado si ese polvo que desprenden las piñas es venenoso”, señalan con cierta ingenuidad campesinos, jóvenes y mujeres que ven con escepticismo la presencia de “piñas amarillas” colgadas de los árboles.
Diversas personas entrevistadas sobre el particular, habitantes de esas comunidades,  manifestaron su extrañeza de que en árboles contiguos a un lugar cercano a la ciudad de Perote, denominado “Caja de Agua”, donde las familias acuden en busca de recreación cada 3 de Mayo y cotidianamente los fines de semana, presencian el escenario adornado con “esferas que parecen papayas” maduras, según su decir.
Como es sabido, la sanidad forestal está bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional Forestal, pero esta dependencia federal está ubicada en el municipio de Zapopan, Jalisco, mientras que en las delegaciones estatales no hay técnicos o extensionistas que orienten a los campesinos forestales sobre esquemas de combate y control de la enfermedad.
Ejidatarios del municipio de Perote acudieron al INIFAP, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, dependencia de la SAGARPA, en busca de una ficha para conocer los rasgos del hongo microscópico y la forma de combatirlo, a sabiendas de que ellos, los investigadores, solamente averiguan y dan recomendaciones, pero no aplican antídotos para contrarrestar el efecto del hongo.
Algunos interesados lograron establecer contacto con un ingeniero biólogo de nombre  Carlos Magallón, subdirector de Tratamiento Fitosanitario de la CONAFOR, con sede en Zapopan, Jalisco, quien ofreció apoyo de inmediato y han transcurrido más de dos meses y nadie se ha asomado para ver qué pasa con los árboles llenos de hongos
Ficha Técnica Sobre El Hongo “Roya agalladora de conos de pinos”
Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Conservación y Mejoramiento de Ecosistemas Forestales de INIFAP
Nombre científico: / Cronartium conigenum Hedge. & N. R. Hunt
Distribución: Area boscosa de pinos, oyamel y encino. En la región habitan campesinos forestales, agrícolas y ganaderos de varias comunidades, como:
Ejidos Perote, Justo Sierra y Escobillo, Comunidad Rancho Nuevo, El Conejo y Los Pescados; Centro de Recreo “Caja de Agua”, municipio de Perote, Tenextepec, Ayahualulco, Guadalupe Victoria, prácticamente todos del estado de Veracruz.
Superficie aproximada afectada con presencia notable de Roya agalladora de pinos: 500 hectáreas de la especie hospedante  Pinus spp.
Diagnosis: Este hongo provoca en el cono de la piña, una hipertrofia, haciendo que se deforme y agrande más allá de su tamaño normal, afectando los tejidos y la producción de semillas, lo que trae consigo la muerte del cono y las semillas que contiene.
Los síntomas más evidentes de la enfermedad aparecen entre marzo y julio, cuando los conos, además de verse agrandados, se recubren de un color amarillo-anaranjado, producto de las esporas que produce el hongo y que recubren los conos dándoles una coloración muy intensa y visible a larga vista.
Esta enfermedad se da en todos los sitios donde hay asociación de pinos y encinos, lo que se explica porque el agente causal de esta roya, necesita dos tipos de hospedantes para desarrollar su ciclo biológico, en este caso, el encino funciona como hospedante primario y el pino como hospedante alterno.
Importancia biológica:
La afectación del cono reduce la regeneración natural de las especies en la zona boscosa, así como en el consumo de la semilla por parte de los animales e insectos. Puede ocasionar daños significativos en áreas o rodales de  semilleros, lo que conlleva a una menor disposición de germoplasma para la reproducción de planta que pudiera ser empleada en reforestación.
Manejo
Se recomienda la aplicación de productos con Clorotalonil: Tetracloro-isoftalonitrilo y Sulfato de cobre penta-hidratado. Una actividad que se implementa en Nicaragua, es la destrucción de las especies de encinos (Quercus spp), mediante la tumba y quema. En México se utilizan otros métodos relacionados con medidas culturales y combate químico. Es posible practicar mejoramiento genético de especies forestales, en un tiempo más prolongado.