COLUMNA: REPERCUSIONES    

Por Ing. Samuel Maldonado Bautista    

¡AGUAS ANDRÉS MANUEL¡  

Los ojos de los reaccionarios enemigos del Presidente de la República, están totalmente abiertos, escudriñando, no los avances que se hayan obtenido en este su primer año como titular del Poder Ejecutivo Nacional, sino buscando con lupa, las equivocaciones (supuestas o no) que ha tenido y que permite a sus opositores abrir el fuego contra el Presidente.

Cabe señalar que en los primeros seis meses de su gobierno,  caminó por senderos conocidos  hasta toparse con el Huachicoleo y ahora con el problema sinaloense, que desde la óptica de sus antagonistas, se consideraron actos equivocados. Fue pues, esa acción, la que prendió el fuego de militares de alto rango en contra del Presidente, quienes inconformes, seguramente por no estar en el bunker de Chapultepec y  por no saborear y gozar de las muchas consideraciones que recibían de presidentes de anteriores épocas y desde luego del pasado sexenio .

Cabe señalar que el General Comandante, Secretario de la Defensa Nacional  Luis Crescencio Sandoval, llamó  la atención a sus subordinados y adoloridos jefes militares que en el sexenio anterior estaban a la orden de Peñita.  Los comentarios hacía el Presidente no eran de recomendación alguna y si francamente groseros o dolosos, no dignos del rango al que ascendieron en las anteriores administraciones sexenales.

El propio Secretario de la Defensa Nacional, por medio de una circular, llamó  a los “levantados jefes militares” a guardar el orden y el respeto a quien dirige, mal o bien, los senderos actuales del país. Muy diferente hubiera sido que ese grupo de comandantes hubieran solicitado una audiencia directa al titular del Poder Ejecutivo en turno o, al menos, haberle hecho del conocimiento directo al propio Secretario de la Defensa nacional, que es el jefe de los levantadizos generales, de sus preocupaciones políticas que no militares.

Cierto es que Andrés Manuel –con todo respeto- no es “facilito”, pero se le puede disculpar porque la operatividad de la Administración Pública Federal es realmente compleja. Jamás antes, ningún Presidente de la República se ocupaba de informar directamente y casi a diario,  del curso que llevaba la administración pública Federal como ahora se hace; jamás se había visto a un Presidente (excepto el General Lázaro Cárdenas del Rio)  con una inercia como la de él,  vagando por todo el territorio nacional, haciendo contacto, tanto con los que no tienen nada y con los que tienen todo en abundancia.

Muchos criticamos ahora a Andrés Manuel por su forma de expresarse en las mañaneras como en su constante andar por todas partes de la República nuestra. Ciertamente debe moderarse en sus chascarrillos y debiera tener más cuidado con sus expresiones, que puede, aun sin desearlo, lastimar a algunos y demeritar –posiblemente, su Presidencia.

Andrés ya no es el que yo conocí hace más de unas décadas, ahora es el depositario de la fe de todos los mexicanos. Desde mi óptica, no debe comportarse como el socarrón de Fox y mucho menos tomar una actitud como la que tuvo nuestro paisano al presumir la casaca militar que, por cierto, le quedaba muy grande a éste temeroso y cobarde presidente, como lo fue nuestro paisano.

Finalmente quiero señalar que en semanas anteriores, militares  de alto rango, que conformaban el cuerpo de seguridad de la Presidencia de la República en el sexenio pasado, mostraron una actitud que lastima a nuestro Ejército Nacional. Su conducta me pareció como la de los soldados que en los años 1968, arrasaron a los estudiantes en 1968.

Finalmente, los obstáculos a brincar y las discusiones que en sus “mañaneras” ha tenido con la prensa en lo general, es un aviso.