Samuel Maldonado Bautista   

En forma genérica podemos afirmar que la  decadencia de  los partidos políticos en cualquier país se origina principalmente por el elevado grado de la corrupción política existente en el seno de los mismos. En México no nos asombra la aseveración anterior, pero si es lamentable y penosa para los militantes que un partido como el de la Revolución Democrática, que nació por el cansancio y disgusto de los ciudadanos por la mala  conducción del país , por la corrupción política  de los gobiernos neoliberales, por los fraudes electorales del gobierno, mismos  que han conducido a la mayoría nacional a una pobreza y marginación extrema difícil de superar, pues además,  las autoridades pierden la confianza de la sociedad por el saqueo constante que de los recursos públicos se hacen.

 

La anterior afirmación no es  sorprendente, pero si lastimosa y desafortunada pues conduce a la sociedad en lo  general, a no creer o creer muy poco, en los partidos políticos y sus gobernantes.

Las asociaciones entre los partidos supuestamente antagónicos, como el PAN y el PRD, debido a sus principios y si hubiera honestidad política, si tuvieran un poco de vergüenza, eliminarían de inmediato sus relaciones indebidas. De  Ideas y principios contrarios debieran respetarse, porque es fundamental para dar credibilidad a sus asociados o simpatizantes. Con ese tipo de acuerdos, prácticamente “delictivos” traicionan a sus agremiados lo que trae consecuencias nefastas como las viejas costumbres del robo y saqueo de las urnas por parte del partido oficial.

Cuando la deshonestidad reina, cuando el relleno de urnas se practica, cuando las falsificaciones de boletas electorales se realizan, se pierde la confianza de la sociedad y desde luego se presenta  el descrédito, que verdaderamente no les importa a las autoridades que nos gobiernan. Eso ha pasado en los últimos tiempos en las elecciones presidenciales.

¡Los partidos políticos buscan una tablita de salvación para sumar votos,  ganar algunas posiciones de elección popular que les permita seguir viviendo del erario nacional! y por lo mismo, buscan su prevalencia en las sumas que realmente son restas.

El Partido Verde, el PRD, el oficial, etc., son ejemplos ¡ya!  de esa corrupción, que busca sostenerse en una “tablita de madera muy frágil” como medio de salvarse del hundimiento”,  precisamente por la pudrición de la madera que alguna vez fue de un fuerte Roble.

Los años, las deshonestidades cometidas, la traición a los principios estatutarios, las asociaciones con partidos antagónicos que, formando un triunvirato, acabaron con nuestros principios constitucionales, entregando los recursos energéticas, precisamente al imperialismo mundial.

La idea de la señora Barrales, y  de sus asociados principales, no es retomar el rumbo perdido, sino aliarse con la Partido de Acción nacional; es decir, juntar el agua con el aceite, pero principalmente para hacerle el juego al poderoso y oponerse así a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.

En lugar de realizar un análisis de los principios del PRD,  fundado el 21 de Octubre de 1988, debieran analizar las causas que dieron origen al PRD, de quien y el porqué de esta iniciativa, y no dedicarse a buscar alianzas con partidos antagónicos al fundado por Cuauhtémoc Cárdenas.

Cierto que AMLO,  no es un Ángel de la Guarda y como todo ciudadano, observa el lamentable Estado Mexicano, lleno de corrupción que no puede  ni siquiera mantener la paz y seguridad nacionales. Siendo candidato del PRD, el tabasqueño buscó la Presidencia, que antes, ya la había ganado el  Ing, Cuauhtémoc Cárdenas, en 1988. ¡Los gobiernos emanados del PRI, ya se han robado la Presidencia de la República y ahora, los llamados chuchos ”buscan una alianza con el PAN, cómplice que ha sido del PRI  en los atracos electorales cometidos en contra del PRD!