Volkswagen de México y el Tec de Monterrey generaron el proyecto de intervención social “El siguiente paso”, cuyo objetivo es que personas de 15 años o más del municipio de Cuautlancingo cuenten con estudios técnicos básicos para incorporarse al sector automotriz y así disminuir el rezago social que afecta al 45 por ciento de la población.

Así lo dio a conocer Miguel Ángel Tinoco Castrejón, director de la Maestría en Administración del Campus Puebla, quien explicó que para realizar este proyecto 20 gerentes de la amadora realizaron un diagnóstico que sirvió para detectar que una las principales problemáticas de la comunidad es falta personal capacitado, ya que el municipio sólo cuenta con 11 bachilleratos, los cuales representan el 0.9 por ciento del total de instituciones de educación existentes.
“A pesar de ser una zona cercana a la planta de Volkswagen y a 80 de sus proveedoras, la población económicamente activa carece de grados académicos mínimos para adherirse a la fuerza de trabajo de una de la industrias más importantes del Estado, que genera una producción bruta anual de 115 mil 324 millones de pesos y 36 mil 839 personas ocupadas en las diferentes unidades económicas dedicadas al sector”, comentó Tinoco Castrejón.
Por esta razón, el proyecto se concentró en facilitar el acceso a niveles superiores de educación que se reflejarán en una mejora en la calidad de vida. Para esto fue necesaria la vinculación del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de Méxio (SITIAVW), el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Puebla (ICATEP), y el ayuntamiento de Cuautlancingo.
Estos actores y los gerentes de la armadora definieron que la capacitación estará enfocada a los oficios de Soldadura y Pailería, los cuales ofrecen conocimientos y experiencia en corte, trazo y armado de piezas, trigonometría, coordenadas y longitudes; así como manejo de maquinaria para soldar, transportador de grados, soplete, grúa viajera y corte de plasmas.
El resultado será que los jóvenes de 15 años en adelante podrán egresar con una carrera técnica, contar con un documento oficial válido que les permita integrarse al sector productivo, y alcanzar ingresos de hasta 7 mil pesos mensuales a la vez de seguridad social.
Así, de acuerdo a Tinoco Castrejón se cumple la meta de formar técnicos básicos con un mínimo de asignaturas y una formación integral en un campo de formación que se imparte en los centros de trabajo circunvecinos, donde hasta el momento se cuenta con una matrícula de 2 alumnos, y con una meta de 10 alumnos para fin de año.
“Esta propuesta es de enorme relevancia, considerando los retos que imponen la pobreza, la falta de perspectiva de futuro para muchos jóvenes y la violencia. Por lo que si buscamos avanzar es indispensable crear un espacio en el que los alumnos encuentren sentido a la necesidad de aprender, así como incorporarse  un lugar donde construyan su identidad, se les comprenda y respete”, concluyó el catedrático.