-Ciencia y tecnología, vía para resolver problemas del país
-Agilizar los estudios de impacto ambiental pide Jiménez Merino a CONAGUA y SERMANAT


México, D.F.  Ante la urgencia de vincular la investigación científica y tecnológica con la realidad de los problemas del país, el coordinador del  Sector Agrario del PRI, Alberto Jiménez Merino, llamó al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) a elaborar un catálogo con prioridades de problemas y necesidades nacionales con el fin de establecer plazos máximos para su atención planificada y definitiva.

 


Punto de acuerdo aprobado, en el cual plantea la necesidad de promover la búsqueda de mayores recursos para la investigación, para que los científicos apoyen el desarrollo nacional, ya que “el reto más grande que tiene nuestro país, es el de desarrollar un plan que garantice que los investigadores nacionales atiendan los problemas más prioritarios y desarrollen modelos repetibles aplicables a soluciones concretas”

Donde expuso que “el ingreso por persona es bajo y las fuentes de trabajo son escasas. Más de 8 millones de mexicanos viven con menos de un dólar diario. Se pierden 600 mil hectáreas de vegetación cada año; hemos perdido en los últimos 60 años la mitad del agua disponible para cada mexicano, al pasar de 11 mil metros cúbicos a sólo 4 mil 800 anualmente. Se pierden 540 millones de hectáreas de suelo cada año. Nuestro país produce 88 mil toneladas diarias de basura y los rellenos sanitarios se siguen agotando rápidamente, no hay cultura de separación de basura, entre lo orgánico y lo inorgánico, ni tecnología accesible. El problema de las aguas residuales va en aumento y sólo se tratan para reciclar menos de 30 por ciento”.

Asimismo, planteó la urgencia de que “el Conacyt desarrolle un plan que garantice que los investigadores nacionales atiendan los problemas más prioritarios del país y desarrollen modelos repetibles aplicables a soluciones, que generen modelos a las diferentes condiciones socioeconómicas del país; y que el defina los campos prioritarios del desarrollo tecnológico, dando prioridad a la alimentación, agua, ingreso, cuidado del medio ambiente, reducción de costos, incremento de productividad, energía, comunicaciones y salud”.

Acuicultura, alternativa para garantizar la seguridad alimentaria

Por otro lado se aprobó en el pleno de San Lázaro el punto de acuerdo donde exhorta a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Nacional del Agua, para agilizar y facilitar la realización de los trámites de impacto ambiental, particularmente de proyectos de granjas acuícolas.

En el cual manifiesta a la “acuacultura  como una de las actividades más rentables en el campo, por su alta productividad de poco más del 12 por ciento de la producción pesquera total, aunque se estima que tiene un potencial para alcanzar hasta un 40 por ciento”, por ello solicita a los titulares de la Semarnat y de la Conagua, implementar acciones que faciliten la obtención de concesiones para los productores acuícolas.

De esta manera exhortó a la realización de un diagnóstico que permita conocer el estado, la ubicación y las características de las Unidades Productivas existentes, a fin de contar con herramientas que permitan conocer las fortalezas y debilidades regionales de los productores acuícolas, dijo el legislador poblano.

También se “deberá hacer una diferenciación entre las Unidades dedicas a la producción y venta y aquellas para el autoconsumo, con el objetivo de diseñar estrategias diferentes. Fomentar y promover la firma de convenios institucionales, entre las autoridades correspondientes y los productores acuícolas, los cuáles permitan agilizar el otorgamiento de las concesiones de agua requeridas, asimismo, procurar disminuir los costos por dicho trámite. Lo que en suma, permitirá alcanzar un mayor nivel de producción e incrementar el desarrollo del sector agropecuario mexicano”, describió.

Puntualizó, Jiménez Merino como imperativo, el apoyo a los productores acuícolas del país ya que es la actividad que les permite generar un ingreso, además contribuye a la seguridad alimentaria, a la generación de divisas, al fomento del desarrollo regional y a la creación de nuevas fuentes de empleo, así como a la reducción de la presión sobre los recursos naturales, particularmente en áreas costeras.


Diputado federal Alberto Jiménez Merino