La Ley Arizona SB 1070 debe servir como una llamada de atención para las autoridades mexicanas, ya que no sólo se trata de impedir que se  violen los derechos humanos  de los connacionales que radican en aquel estado de la Unión Americana o de evitar a toda costa que estos sean tratados como criminales, por el simple hecho de ser indocumentados.

Este mensaje racista tiene que ser un punto medular para preguntarse, ¿Qué se está haciendo en México, para que nuestros paisanos no se vayan a los Estados Unidos a buscar el tan anhelado sueño americano?, ¿Qué está haciendo el gobierno para garantizar que cada uno de los mexicanos tenga un empleo digno y medianamente remunerado?


Sin embargo, este llamado a la reflexión no sólo es para el gobierno encabezado por el presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, que si bien es cierto prometió públicamente ser el “Presidente del Empleo”, no es el único responsable de esta situación.

La migración es un problema ancestral que no se va a acabar nunca, mientras sigan existiendo desigualdades sociales tan marcadas, entre las personas que lo tienen todo y quienes no tienen ni siquiera para lo indispensable, la gente va a seguir emigrando hacia la Unión americana, pero no sólo desde México, sino también desde Centro América aunque esto implique un doble esfuerzo, para estas personas.

Generalmente quienes deciden probar suerte en los Estados Unidos están dispuestos a dejar atrás a la  familia, casa y a veces hasta las raíces culturales motivados por el “hambre y la necesidad” y no precisamente por gusto.

Cómo dijera el propio presidente Calderón, ¿Quién no tiene un familiar en los Estados Unidos?- no se si lo dijo a manera de excusa o para solidarizarse con los paisanos. Lo cierto es que la mayoría de nosotros tenemos familiares en la Unión Americana desde hace varias generaciones, es más, hasta en el Estado de Arizona donde acaba de entrar en vigor de manera “acotada” la polémica ley SB 1070.

Así como el río busca su cauce, quizá la “invasión” de mexicanos en el estado de Arizona, sólo sea parte de la “justicia divina”, por que no debemos olvidar que este territorio fue colonizado en un principio por España y posteriormente formó parte de México en 1821, hasta que los Estados Unidos se quedaron con este territorio.

Independientemente de este asunto que está consignado en la historia, la ley Arizona es una verdadera atrocidad, por que fomenta el racismo y la discriminación, por ello, es justo detenernos a reflexionar cuales son las razones de la gobernadora de Arizona Jan Brewer para imponer a toda costa esta ley. Yo creo que está claro que además de que es motivada por el racismo, también hemos de reconocer que la Unión Americana ha sido literalmente “ocupada” por los Latinos y migrantes de otras partes del mundo.

La cuestión, no es si la gobernadora de Arizona tiene o no legítimos argumentos para no permitir la estancia de los Latinos en aquel estado o si el gobierno federal de los Estados Unidos no ha podido resolver el problema de la migración de indocumentados; el asunto está precisamente en que se va a hacer al respecto, a parte de “luchar” con todo para que las autoridades declaren inconstitucional la ley SB 1070.

Creo que ya es tiempo de que se plantee una reforma migratoria en los Estados Unidos y en la República Mexicana se ofrezcan las condiciones necesarias para que los mexicanos no tengan la necesidad de estar sufriendo discriminación, ni desprecios por parte de nadie con tal de tener un trabajo mejor remunerado y una vida más digna.

Ya es momento de que en México todos los sectores sociales coadyuven y hagan lo que les corresponde, para que tengamos un país más desarrollado y con mejores condiciones de vida.

De lo contrario va a seguir incrementando el flujo migratorio y va a ser un cuento de nunca acabar. Ya que si hoy en día los migrantes están dispuestos a dejar a sus familias, su casa, sus raíces y son capaces de  jugarse hasta la vida con tal de alcanzar el “sueño americano”, yo creo que ni la ley Arizona, ni otras leyes similares van a evitar que los mexicanos sigan yendo al vecino país del norte.

Mientras su propio país no pueda “darles” educación, empleo, salud y una vida digna a cada uno de los paisanos y sus familias, estos van a seguir arriesgando la vida en el desierto, en el río Bravo, por que da lo mismo “morir de hambre”, que morir en el intento por cruzar la frontera en espera de tener una vida mejor.

Hasta que no logremos como nación cambiar las expectativas de vida, la migración va a continuar; si nos sirve de consuelo, los mexicanos no somos los únicos que buscamos el sueño americano, sino también los centro americanos y por que no decirlo, en Europa se presenta el mismo fenómeno social, ya que los países desarrollados siguen recibiendo a cientos  de migrantes en busca de una vida mejor.

Así como México exige un trato digno hacia los connacionales y está pugnando para que se de marcha atrás a la ley Arizona SB 1070 y se respeten los derechos humanos de los mexicanos, de igual forma nuestro país debe poner el ejemplo “en casa”  tratando con respeto a los centro americanos indocumentados, quienes diariamente pretenden cruzar la República Mexicana para alcanzar el sueño americano.